Las perspectivas que inquietan al Reino Unido tras el Brexit: más burocracia e inflación en alimentos y medicamentos

El acuerdo comercial entre Londres y Bruselas evitará la imposición de aranceles o cuotas pero las nuevas verificaciones, documentos administrativos y requisitos a los comerciantes sumarán costos y complejidad en los negocios

La Federación de Alimentos y Bebidas (FDF) recuerda que había pedido hace un año a Boris Johnson tiempo para que las empresas del sector pudieran prepararse para el gran salto. Al final, el acuerdo anunciado la víspera de Navidad solo les ha dado “cuatro días laborables” para hacerlo.

Minette Batters, presidenta del Sindicato Nacional de Agricultores (NFU) también ha advertido de las “probables perturbaciones en la frontera” pese al acuerdo firmado la semana pasada.

Los intentos de numerosas empresas de acopiar reservas o agilizar el retraso de los pedidos generado por el confinamiento de la primavera boreal también ha sobrecargado los puertos en los últimos meses, en particular el de Dover (sur de Inglaterra).

A ello se han sumado dos días de cierre de las fronteras con varios países europeos antes de Navidad para tratar de frenar la propagación de una nueva cepa de coronavirus. Miles de camiones se vieron bloqueados en unos atascos gigantescos. Fueron necesarios varios días y el refuerzo del ejército para agilizar el tráfico.

Los camiones de carga se detienen para someterse a controles en la autopista M20 mientras se dirigen hacia el Eurotúnel y el puerto de Dover, con destino a Francia (REUTERS / Toby Melville)
Los camiones de carga se detienen para someterse a controles en la autopista M20 mientras se dirigen hacia el Eurotúnel y el puerto de Dover, con destino a Francia (REUTERS / Toby Melville)

Para Ian Wright, presidente de la Federación de la Alimentos y Bebidas, “el caos en torno al puerto de Dover la semana pasada muestra que habrá perturbaciones importantes del abastecimiento y algunos precios van a aumentar”.

El acuerdo entre Londres y Bruselas evitará la imposición de aranceles o cuotas pero las nuevas verificaciones, documentos administrativos y las exigencias a los negociantes se van a sumar a los costes y a la complejidad de los exportadores de alimentos y medicamentos, denuncian las asociaciones sectoriales.

En torno al 30% de los alimentos que se consumen en Reino Unido proceden de la Unión Europea. Asimismo, Gran Bretaña importa cerca de la mitad de las verduras y la mayoría de la fruta.

Camiones en cola en la autopista M20 (REUTERS/Peter Cziborra)
Camiones en cola en la autopista M20 (REUTERS/Peter Cziborra)

El presidente de la cadena de supermercados Tesco, John Allan, se mostró tranquilizador en la BBC este fin de semana: se evitaron los aranceles y el aumento de los costes administrativos por las nuevas formalidades se “apenas repercutirán en el precio”.

El acuerdo determina también un reconocimiento mutuo de las certificaciones o inspecciones de los productos bio o los medicamentos.

“Temerario”

Las empresas y sobre todo los supermercados como Tesco trataron de anticipar estas perturbaciones en la frontera acumulando reservas, al menos de productos no perecederos, y estudiando una diversificación de su cadena de abastecimiento, en particular tratando de evitar el puerto de Dover, colapsado desde hace semanas.

Los medicamentos tampoco se libran. El acuerdo bilateral no elimina totalmente la incertidumbre que pesa sobre el “flujo de productos vitales que entran en el Reino Unido”, dice Mark Dayan, del centro de reflexión Nuffield Trust, en un comunicado.

Una mujer lleva comida donada a los conductores de camiones estacionados en las afueras de Ashford, en medio del brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), el 25 de diciembre de 2020. (REUTERS / Henry Nicholls)
Una mujer lleva comida donada a los conductores de camiones estacionados en las afueras de Ashford, en medio del brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), el 25 de diciembre de 2020. (REUTERS / Henry Nicholls)

Agrega que aunque el compromiso permite “un reconocimiento mutuo de las inspecciones de plantas farmacéuticas y una cooperación en las aduanas, los trámites que será necesarios (...) se va a multiplicar”, lo que va a complicar y encarecer el abastecimiento de medicamentos del NHS, el sistema público de salud del Reino Unido o hacer menos competitivos estos medicamentos en el mercado europeo.

Asimismo, el reconocimiento mutuo de productos esenciales como “los respiradores o mascarillas” no está garantizado.

Las autoridades británicas incitaron a partir de 2018 al NHS y a los distribuidores a que acopien reservas para seis semanas, en particular en la eventualidad de que no hubiera acuerdo.

“En caso de que estos medicamentos tengan una duración de vida corta, las autoridades también pidieron a las empresas del sector médico que se aseguren de que pueden llevar por vía aérea estos medicamentos desde y hacia la Unión Europea”, recuerda en un comunicado la asociación sectorial Royal Pharmaceutical Society.

Los camiones hacen cola en la ruta hacia el puerto de Dover para abordar los transbordadores a Europa, en Dover, Gran Bretaña, el 11 de diciembre de 2020. (REUTERS / Peter Cziborra)
Los camiones hacen cola en la ruta hacia el puerto de Dover para abordar los transbordadores a Europa, en Dover, Gran Bretaña, el 11 de diciembre de 2020. (REUTERS / Peter Cziborra)

Asimismo, agrega que el gobierno ha garantizado almacenes de reservas adicionales y mayor capacidad de transporte por barco.

No obstante, “esto quiere decir que se va a producir de un día para otro una gran transición logística y legal” en un “contexto ya sensible a las penurias de genéricos de los últimos años, por lo que sería temerario prometer que no habrá problemas”. 

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