La Lazio sella el pase ante un Brujas heroico

El empate a dos clasifica a los biancocelesti, pero los belgas estuvieron a un paso de la hazaña. Un remate al larguero de De Ketelaere hizo temblar a Inzaghi en el descuento.

Mirko Calemme
As
Sufriendo increíblemente hasta el último segundo, la Lazio consiguió un objetivo esperado durante 20 años: acceder a los octavos de Champions League. Los biancocelesti lograron empatar ante un Brujas heroico, que a pesar de haber jugado con uno menos durante toda la segunda mitad, estuvo a un paso de la hazaña.

Que la tarde iba a ser entretenida estuvo claro desde el comienzo del partido. Los equipos se jugaban la vida y enseguida hubo intensidad, con dos goles en el primer cuarto de hora. Los biancocelesti se adelantaron en el 12': Luis Alberto penetró en el área y Mignolet neutralizó su remate raso, pero Correa aprovechó el rechace empujando el balón entre palos. Tres minutos después ocurrió algo parecido en la otra área, con una parada de Reina tras un intento de Lang y Vormer listo para poner las tablas.

Los vaivenes continuaron: De Ketelaere volvió a asustar a los italianos con un disparo que rozó el poste, pero después Mata tumbó de mala manera a Immobile en plena área. Fue penalti y el punta lo realizó, convirtiéndose en el tercer jugador italiano en marcar goles en todas sus primeras cuatro presencias en una edición de la Champions, después de Del Piero e Pippo Inzaghi. Antes del descanso, Sobol, que ya había sido amonestado en el 2' por un agarrón a Lazzari, volvió a cometer falta sobre el extremo, viendo su segunda amarilla. Los belgas sufrieron la inferioridad numérica solo en el arranque de la segunda mitad, pero con el paso de los minutos sus ganas de hacer historia, las que describió ayer Clement, se hicieron más fuerte de las adversidades.

En el 76', el Brujas empató con Vanaken, abandonado por la zaga biancoceleste tras un centro de Vormer desde la derecha. El gol causó 15 minutos enfurecidos de los visitantes, que estuvieron a centímetros de un gol legendario. En el descuento, De Ketelaere ejecutó una preciosa volea imparable para Reina, pero el balón pegó en la parte interior del larguero y acabó fuera del área. Fue la última emoción de una ‘batalla’ que, para aumentar la épica, se jugó bajo la insistente lluvia de Roma. En el pitido final, un Simone Inzaghi empapado celebró con sus jugadores y en su cara había toda la alegría por el resultado histórico, pero también el susto que le dio un gran Brujas. Los de Clement continuarán su aventura en la Europa League: si juegan como hoy, darán mucho que hablar.

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