España se mete en un lío con Kosovo y en otro con Suecia
Grecia y Georgia, los otros rivales del Grupo B, más asequibles. Para Europa hay 13 plazas, las diez directas son para campeones. España no reconoce como país a Kosovo...
Pero puede haber, además de esa dificultad, otra de mucho más calado. España es uno de los cinco países de la Unión Europea que no reconoce a Kosovo como país. Y cuando vengan a jugar al nuestro exigirán, con el apoyo de la FIFA, poner su himno nacional y su bandera. Es algo que pondrá en un brete al Gobierno de España, pero será difícil que pueda evitarlo y generará un conflicto. España no reconoce a Kosovo porque se independizó unilateralmente de Serbia, que fue el país que incluyó a Kosovo en las restricciones del sorteo al igual que España lo hizo con Gibraltar. Sobre este tema ya están trabajando el Ministerio de Asuntos Exteriores, el CSD y la RFEF, a los que el sorteo pilló de día libre por vacación, pero tiene mala solución salvo que España reconozca a Kosovo antes de sus partidos con La Roja, que la FIFA acepte hacer una modificación del sorteo, algo improbable de todo punto, o que el partido ante los kosovares que debería disputarse en España se lleve a campo neutral, con el consiguiente perjuicio para los intereses deportivos del equipo de Luis Enrique.
Este lío se podía haber evitado si España hubiera hecho uso de su derecho restrictivo, como hizo con Gibraltar. Porque además llueve sobre mojado. No es la primera vez que los enfrentamientos deportivos con Kosovo generan problemas a España.. La UEFA retiró a la RFEF un torneo previo a la Eurocopa sub-17 por su negativa a reconocer la bandera y el himno kosovares. Además, obligó a la Federación a correr con todos los gastos del partido entre ambas selecciones, que se disputó en la sede la UEFA en Nyon (Suiza). También hubo roces diplomáticos por la negativa de España al reconocimiento de Kosovo en los Juegos del Mediterráneo de 2018 y en el Mundial de Karate del mismo año, lo que provocó una queja del Comité Olímpico Internacional que pidió que no se le diera a España la organización de competiciones internacionales hasta que reconociera a Kosovo.
No será un camino fácil, tampoco lejos de los despachos diplomáticos. Sobre el campo sólo vale ser primero de grupo. Todo lo que no sea eso supone sufrir. Pero no sólo España tendrá que esmerarse. Prácticamente en todos los grupos hay cadidatos solventes. En el de nuestra Selección el más fuerte, sobre el papel, es Suecia. Pero también hay otros empajeramentos en los que saltarán chispas: Holanda-Noruega, Italia-Suiza, Inglaterra-Polonia y Croacia-Rusia son otros ejemplos.
De las 55 federaciones europeas que han sido sorteadas hoy en Zúrich sólo 13 disputarán la fase final de la Copa del Mundo en 2022. Lo harán de forma directa las diez campeonas de cada grupo de calificación. Las diez segundas de cada grupo tendrán que jugar una repesca a la que se unirán las dos primeras de grupo de la Liga de las Naciones mejor posicionadas en la clasificación general que no se hayan clasificado directamente para el Mundial ni alcancen el segundo puesto de grupo. Estas doce selecciones pelearán por las tres plazas restantes que disputarán eliminatorias en marzo de 2022. Un play-off diabólico para una Copa del Mundo que será la última con 32 selecciones. El siguiente (2026), en Estados Unidos, México y Canadá lo disputarán 48 países repartidos en un nuevo formato de 16 grupos de tres equipos.
Pese a tanta dificultad, España sólo ha faltado a cinco de las 21 ediciones que se llevan disputadas de la Copa del Mundo, la última en 1974, hace casi 45 años. La Selección ha sido fija ininterrumpidamente en la gran cita del fútbol desde 1978. Además, La Roja no ha perdido ningún partido en las últimas seis fases previas de la Copa del Mundo. La última derrota de España en un encuentro de clasificación fue hace casi 30 años, el 31 de marzo de 1993 (1-0) ante Dinamarca. Desde entonces, La Roja encadena 63 partidos sin conocer la derrota.
La pandemia del coronavirus impidió, como es tradición, que la FIFA hiciera del sorteo del Mundial una fiesta del fútbol. Fue una ceremonia telemática dirigida por el director de competiciones de la FIFA, Jaime Yarza, que contó con la ayuda de dos exmundialistas: De Rossi y el exmadridista Rafa van der Vaart. Luis Enrique, seleccionador nacional, siguió el sorteo en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, junto al director deportivo de la Federación, José Francisco Molina.
Luis Enrique:
"Nos ha tocado otra vez Suecia en el grupo de rivales, y no nos hace mucha gracia, pero supongo que a ellos tampoco. Nos hemos enfrentado con ellos en la fase de clasificación para el Europeo y no ha sido fácil. Y ahora nos toca otra vez, pero eso no puede ni debe ser una excusa. Jugar la clasificación para el Mundial es emocionante e ilusionante, y no será fácil pero la Selección debe estar preparada para hacer una buena fase y asegurar otra participación en el Mundial, que aunque llevamos muchos años clasificándonos pues no es algo fácil. Tendremos que jugar en ventanas de tres partidos, con un calendario muy apretado por la pandemia, Pero es lo que hay y por eso los seleccionadores, ahora, hacemos listas de 25 en vez de 23 jugadores".