Enfrentamientos inesperados y alianzas estratégicas: cómo era antes y cómo es ahora el clan Maradona
La muerte del astro del fútbol provocó un nuevo giro en la relación entre sus ex mujeres, hijos y hermanos, y la armonía familiar parece cada vez más lejana
Cansada de las infidelidades de Diego y aduciendo “abandono de hogar”, ya que por entonces era necesario argumentar una causal de divorcio, en el año 2003 Claudia decidió terminar con su matrimonio de catorce años, sin contar los doce previos que estuvieron juntos desde que comenzaron su noviazgo. Fue entonces cuando apareció en escena Verónica Ojeda. Pero las hijas del astro nunca la aceptaron. Por eso, cuando después de nueve años de convivencia Maradona la abandonó para irse con Rocío Oliva, aún estando ella embarazada de Dieguito Fernando, las chicas lo celebraron. Y Gianinna, incluso, se dejó fotografiar sonriente junto a su padre y su joven novia.
Pero en el año 2013, la portada de la revista Paparazzi cambió el mapa de relaciones del astro. En ella se veía una simple foto, que confirmaba una sospecha que Maradona tenía desde hacía una década: que Villafañe mantenía una relación con Jorge Taiana. La imagen mostraba al productor teatral pescando con Benjamín, el hijo de Gianinna y Sergio Kun Agüero, que por entonces era el único nieto del Maradona. Y dejaba en claro que tanto su ex mujer, que por entonces seguía teniendo un poder absoluto sobre sus bienes, y sus hijas, le habían mentido. Porque, aunque era lógico que Claudia hubiera rehecho su vida tras la separación, para Diego eso era, sencillamente, inaceptable.
A partir de ese momento, Maradona se enfrentó a Villafañe, a quien empezó a perseguir en la Justicia con diversas causas. Y también se alejó de sus hijas, quienes por razones obvias se pusieron del lado de su madre. Entonces decidió reconocer públicamente a Jana, en 2015, y a Junior, en 2016. Y su círculo familiar pasó a estar conformado por Rocío y sus dos hijos extramatrimoniales, que a su vez entablaron un muy buen vínculo entre ellos. A tal punto que no estuvo presente en el casamiento de Dalma con Andrés Caldarelli, ni en el nacimiento de su nieta, Roma. ¿Verónica? Diego recurría a ella cada vez que se peleaba con Oliva y esto hizo que mantuviera una relación intermitente con Dieguito Fernando.
Para fines del 2018, en tanto, Rocío decidió ponerle fin a su pareja con Maradona. Recién entonces, el astro empezó a estrechar su vínculo con el hijo de Ojeda, quien en la actualidad está en pareja con el abogado Mario Baudry. El niño, a su vez, mantuvo un buen trato con Diego Junior y Jana. E, incluso, en alguna oportunidad recibió la visita de Gianinna. Pero el niño nunca tuvo trato con Dalma. Y las hijas de Claudia jamás se relacionaron con los hijos de Sinagra y Sabalain.
¿Cómo era la situación en la familia de origen de Maradona? Doña Tota y Don Diego habían traído al mundo a ocho hijos: Ana María, Elsa Lili, Rita Kity, María Rosa, luego venía Diego, Hugo, Lalo y Claudia Cali. Las tres hermanas mayores siempre habían tenido devoción por el astro y, según revelaron hace un par de años en una entrevista que dieron en Intrusos, nunca habrían tenido una buena relación con Claudia. La madre del futbolista murió en 2011, por lo cual se fue pensando que a pesar de estar con Verónica, su hijo siempre estaría enamorado de Villafañe. Y su padre, en tanto, se llevó bien con todas las ex mujeres del jugador y mantuvo un trato afectuoso con los nuevos integrantes de la parentela hasta que falleció, en el 2015.
Así las cosas, al momento de su muerte, Diego estaba peleado con Claudia y mantenía un trato distante con Dalma y Gianinna. Llevaba un año sin ver a Rocío Oliva, aunque sus allegados aseguran que pedía por ella. Recibía visitas frecuentes de Verónica, quien le llevaba a Dieguito Fernando. Estaba muy unido a Jana, quien a su vez tenía un excelente vínculo con sus tías paternas. Tenía una comunicación permanente con Diego Junior, quien está radicado en Italia junto a sus mujer, Nunzia Peninno, y sus dos hijos, Diego Matías e Indiana Nicole. Contaba con los cuidados y el cariño de sus hermanas. Y extrañaba mucho a sus padres.
Tras el fallecimiento del astro, hace apenas once días, los enfrentamientos y alianzas dentro del Clan Maradona comenzaron a mutar una vez más. De hecho, en el mismo velatorio, Claudia volvió a ocupar un lugar protagónico que hace tiempo no tenía, al punto de ser la encargada de organizar todo en nombre de sus hijas y de entregar los listados de quienes podían o no ingresar a los lugares reservados para la familiares e íntimos. Y todo indica que, por orden de Dalma y Gianinna, le negó la entrada a la Casa Rosada a Rocío, quien no pudo despedirse Diego. Sí: las mismas chicas que habían celebrado el comienzo de su relación con el futbolista porque querían alejarlo de Ojeda, fueron las que le prohibieron a Oliva darle el último adiós al astro.
En tanto Jana, que tiene a su mamá y a su otro hermano, Tadeo, viviendo en Ibiza, contó con la contención de Villafañe, quien la abrazó cariñosamente junto a sus hijas. Diego Junior no tuvo más remedio que llorar a la distancia, ya que en el momento en que falleció su padre se encontraba recuperándose del COVID-19. Y Verónica, quien en todo momento trató de resguardar a su hijo, contó con el consuelo de su actual pareja, quien para sorpresa de muchos había hecho buenas migas con Maradona y hoy se convirtió en el patrocinante de Dieguito Fernando.
Pero, no bien terminó el sepelio, empezaron los mayores problemas. Los cinco hijos actualmente reconocidos por Diego deberán hacer frente a las dos demandas de filiación presentadas ante la Justicia: la de Santiago Lara, supuestamente nacido de la relación del jugador con la fallecida Natalia Garat, y la de Magalí Gil, hija de una mujer cuyo nombre se desconoce, quién la entregó en adopción de recién nacida. Esto, si es que no aparecen nuevos descendientes, ya que según había asegurado Matías Morla habría otros cuatro hijos en Cuba: Lu, Joana, Javielito y Harold. Y, paradójicamente, según reveló Jorge Rial quienes se negarían a entregar la muestra para la prueba de ADN serían Jana y Diego Junior, es decir, los dos que atravesaron por esa misma situación.
Por otra parte, con una premura impensada, Jana inició los trámites de sucesión en Capital Federal y Dalma y Gianinna hicieron lo propio en provincia de Buenos Aires, donde Diego tuvo su último domicilio. Y esto indicaría que la unión que se gestó durante la última internación de Maradona y se evidenció en el velatorio, habría vuelto a resquebrajarse. Por su parte, el hijo de Sinagra estaría pensando en viajar en los próximos días para visitar a su padre en el cementerio privado Jardín Bella Vista y se descarta que vaya a formar un bloque con la hija se Sabalain. Mientras tanto Ojeda, en representación de Dieguito Fernando, optó por pedirle a su pareja que impulse la causa por averiguación de causales de muerte del astro. Y Rocío, furiosa con Claudia y sus hijas, seguirá adelante con el pedido de resarcimiento que había iniciado contra Maradona por los seis años de convivencia.
Pero, como si a este culebrón le faltara algún capítulo, reaparecieron las hermanas de Diego. En el velatorio, se pudo ver a Claudia abrazando a Ana, quien tanto la había criticado. Pero, después, esta última, que cuenta con el apoyo incondicional de Lili y Kity, mantuvo un fuerte enfrentamiento con Dalma, tras haber asegurado que tanto ella como Gianinna habían “abandonado” a su padre. En tanto Hugo, quien no pudo viajar desde Italia para despedir a su hermano, se mostró molesto por la decisión de no extender el velatorio, pero dejó en claro que está ligado afectivamente a las hijas de Villafañe y no al resto de los hijos del astro.
Es verdad que en todas las familias hay internas. Y que, muchas veces, éstas salen a la luz en los momentos más difíciles. Sin embargo, fue el mismo Diego el que, en vida, parecía no poder abarcar a todos sus afectos al mismo tiempo. Por eso, cuando se acercaba a unos se alejaba de los otros y viceversa. Algo que, aparentemente, seguirá ocurriendo ahora que él ya no está en este plano.