El vestuario del Barça, confiado ante el PSG: "Podría haber sido peor"
Un grupo de jugadores pudieron ver el sorteo juntos -al ser una sesión post partido se realizó una sesión suave de recuperación para los titulares, muchos de ellos ni tan siquiera saltaron al campo- gracias a una televisión que se instaló en el mismo vestuario. Los protocolos de seguridad del coronavirus imposibilitaban que toda la plantilla pudieran reunirse en el vestuario, por lo que se tuvo que reducir notablemente el número de personas viendo el sorteo en directo, quedando asimismo para mejor ocasión las tradicionales porras y apuestas sobre el resultado final del sorteo.
A medida que avanzaba el sorteo, y con los rivales más temidos ya descartados, había la esperanza de que tocara el Borussia de Dortmund, a priori el rival más asequible entre los favoritos para ganar la Champions. De hecho, sólo quedaron dos opciones al final: el PSG o el Borussia. Cuando se abrió la bola del campeón francés se escucharon claramente lamentos y hasta alguna expresión malsonante y onomatopéyica de rabia en el vestuario -"¡Buff!" y "¡Joder!", entre ellas- para acabar en un sonoro y unánime: "¡Vamos!".
Los móviles entre los jugadores empezaron a echar humo nada más conocer el rival del sorteo, con Leo Messi entre los más activos. No hay que olvidar que el crack argentino comparte un grupo de WhatsApp con una de las grandes estrellas del PSG, Neymar, grupo en el que también está Luis Suárez, además de tener una gran amistad con De María, uno de los jugadores más veteranos del club parisino.
En todo caso, en el vestuario se confía en recuperar efectivos de aquí al mes de febrero -Ansu Fati y Sergi Roberto, un poco más difícil parece Piqué, al menos de cara al partido de ida en el Camp Nou-, además se abre la puerta este enero de reforzar la plantilla en el mercado de invierno, al que se sumará la llegada de un nuevo presidente a finales de enero, que seguramente supondrá un rearme de confianza y seguridad a todos los niveles del club.