El Salzburgo gana en Moscú y va a por los octavos ante el Atleti

Aplastó al Lokomotiv y se puso a un punto del Atlético de Madrid que, aunque caiga derrotado ante el Bayern, sólo necesitaría un empate en Austria para clasificarse para los octavos.

Fernando Kallás
As
El Salzburgo venció su duelo en Moscú ante el Lokomotiv (1-3) y tendrá la oportunidad de decidir, en casa, su propio destino en la Champions League ante el Atlético de Madrid en la última jornada de la fase de grupos. El equipo austríaco ha llegado a cuatro puntos y es tercero del Grupo A, a un punto de los colchoneros, que se enfrentan este martes al Bayern. Aunque pierdan contra los muniqueses, los del Cholo sólo necesitarían un empate para clasificarse a los octavos de final.

El Salzburgo fue superior al Lokomotiv durante prácticamente todo el partido. Y Berisha comenzó el partido hambriento, marcando un gol que fue correctamente anulado en el minuto 18, tras un centro desde la izquierda. El alemán estaba en fuera de juego indiscutible, un metro por delante de la línea de la defensa. Diez minutos después, Berisha volvió a aparecer dentro del área con mucho oportunismo para rematar a gol un rechace de Mwepu. La imagen, esta vez, era discutible. En la repetición, el delantero alemán parecía estar ligeramente adelantado al último defensa ruso, pero el árbitro validó el gol tras chequear en el VAR.

El Salzburgo siguió presionando y casi amplió con una jugada espectacular de Koita, que regateó a dos centrales, con derecho a un caño precioso a Corluka, y remató en diagonal, rozando el palo derecho de Guilherme.

En el 38’ el Lokomotiv intentó una reacción y casi marcó el gol de empate en una doble oportunidad. Primero fue Murilo que, tras un córner desde la izquierda, subió más alto que toda la defensa austríaca y remató de cabeza. André Ramalho salvó en cima de la línea de gol y rechazó el balón para fuera del área, donde Zé Luis dominó y remató potente, obligando a Stankovic a hacer una parada de película.

Pero en la jugada siguiente, la estrella de Berisha volvería a brillar. Tras el tiro de meta, Rajkovic fue a intentar despejar el balón ante Camara y falló el rechace, regalando el balón al equipo austríaco con toda su defensa descolocada. Koita dominó y, con mucha visión, lanzó raso en profundidad a Berisha que entró como un puñal a la espalda de Zhivoglyadov y remató con frialdad ante la salida de Guilherme, para marcar el 0-2 al filo del descanso.

El Salzburgo volvió del descanso controlando la ventaja con cierta tranquilidad hasta que un lapsus imperdonable de André Ramalho parecía que cambiaría todo en el 78’. El central brasileño hizo un penalti infantil, al empujar a un rival dentro del área en una jugada que parecía no presentar grande peligro a los austriacos. Miranchuk transformó el penalti en un gol que parecía dar un soplo de esperanza para los rusos. Un sentimiento que duró exactamente dos minutos, hasta que Murilo cometiera un error garrafal cuando se tropezó mientras intentaba dominar el balón en el centro del campo. El jovencísimo delantero alemán Karim Adeyemi, de 18 años, le robó la pelota y arrancó sólo para marcar el tercer gol del Salzburgo.

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