El Inter remonta y evita la crisis

Los nerazzurri ganaron 3-1 en Cagliari tras otro susto. El equipo de Conte dominó, pero se fue al descanso con un gol en contra.

Mirko Calemme
As
Sufrido triunfo del Inter, que en Cagliari jugó bien, pero logró los tres puntos tras una agónica remontada en el segundo tiempo. Una victoria balsámica después de días de polémicas y críticas por el fracaso de Conte en la Champions League. El entrenador hoy hizo rotaciones, dejando fuera del once inicial a Achraf y Lautaro, mientras que apostó desde el primer minuto por Eriksen, algo que no ocurría desde el pasado 31 de octubre.

El danés había entrado muy bien contra el Shakhtar (según muchos, demasiado tarde) y fue uno de los protagonistas del espectacular arranque de partido interista. Los milaneses dominaron en la primera mitad, rematando a puerta seis veces contra una, pero se toparon con un Cragno milagroso e, increíblemente, se fueron al descanso con un gol en contra. En el 42', los de Di Francesco se adelantaron con Sottil, que disparó dos veces golpeando a la zaga nerazzurra y, luego, batiendo a Handanovic al primer toque.

El Inter comenzó la segunda parte pisando el acelerador, con Achraf en lugar de Perisic y Darmian adaptado en la izquierda. El técnico pasó a la defensa de cuatro que le reclamaban los medios, utilizando también a Lautaro, junto con Alexis y Lukaku. Fue el ‘plan B’ que pedía Capello, y dio resultados. Los locales, encerrados en su área, tuvieron varias ocasiones para aumentar su ventaja de contragolpe, hasta que cayeron por la inexorable ‘ley del ex’.

Nicoló Barella, tras un córner, puso las tablas con una preciosa volea, tanto que no celebró por respeto a sus excompañeros. Poco después, Achraf tuvo que abandonar el césped por molestias musculares y, en su lugar, entró Danilo D’Ambrosio. Era el 82’, y el lateral napolitano tardó dos minutos en completar la remontada con un testarazo en un saque de esquina.

El Cagliari intentó un arreón en los últimos minutos: en el descuento, Cragno se fue al área rival para un desesperado córner, pero los milaneses recuperaron el balón con Lautaro y Lukaku se fue solo ante la portería vacía para firmar la sentencia. Conte y los suyos celebraron el tanto con rabia, desahogando toda la tensión acumulada en esta triste semana. Para ellos, a partir de ahora, cada partido liguero será una final.


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