Diputados: avanza la sesión donde se debate el proyecto para legalizar el aborto y se prevé que la votación será durante la madrugada
La discusión se da con manifestaciones a favor y en contra en los alrededores del Congreso. También se tratará el “Plan de los 1.000 días”. La votación será cerca de las 4 de la mañana
“Vamos a votar de manera transversal porque no podemos ser indiferentes para un problema de salud pública”, señaló Maximiliano Ferraro en su última sesión como presidente del bloque de la Coalición Cívica. Como en esa fuerza política, todos tienen divisiones internas.
La misma división se da en el Frente de Todos. Por ejemplo los diputados tucumanos del PJ toman distancia de su propio gobernador, Jorge Manzur: cuatro de los cinco diputados peronistas son ‘verdes’, entre ellos Pablo Yedlin que es médico, preside la comisión de Salud y además es muy amigo de Manzur. Pero en este debate no hay amistad ni lazos sanguíneos ni afiliaciones partidarias. Otro ejemplo: el diputado Eduardo Valdés, ex embajador en el Vaticano, recibió una carta de su hijo Juan Manuel Valdés, legislador de la ciudad, que públicamente le solicitó que piense su voto.
En el arranque, Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, anunció el quórum con 105 diputados en el recinto y medio centenar conectados en forma remota. Los presidentes de las comisiones que analizaron el proyecto, y que negociaron cambios con el Senado, presentaron el dictamen de mayoría a favor de la sanción de la ley. De inmediato la diputada santafesina de la Coalición Cívica María Lucila Lehmann interrumpió para presentar una moción para posponer el debate porque “la mayoría de los ciudadanos son católicos”. Se votó a mano alzada y se rechazó la propuesta.
Cecilia Moreau inauguró los discursos que debían tener cinco minutos como extensión máxima. La titular de la comisión de Legislación General, una de las cuatro que participaron en el plenario en el que se debatió desde el martes 1 de diciembre, agradeció a Sergio Massa y al jefe de su bloque, Máximo Kirchner, por el apoyo en el tratamiento de los proyectos y recordó que este jueves se cumplían 37 años del retorno de la democracia. “No tengo dudas de que esta fecha es simbólica para garantizar un derecho”, dijo. En la última reunión de comisión ella misma contó, con lágrimas por el recuero, que a los 16 años se sometió a un aborto por un embarazo no deseado. Yedlin también agradeció al gobierno nacional “por haber cumplido la promesa de tratar este proyecto”. Y agregó que “no importa el volumen de problemas de salud, este es un tema fácilmente solucionable. Se necesita que salga de la clandestinidad”.
Ana Carolina Gaillard (FdT), con blusa verde y una bandera que cubría el frente de su banca con la leyenda ‘Aborto Legal Ya’, destacó la presencia de varias mujeres luchadoras en la Cámara y la “marea verde” que posibilitó este debate. En los palcos escuchaban varios ministros nacionales. “Con este proyecto no vamos a promover el aborto. Nadie está a favor del aborto. Ninguna mujer se embaraza para abortar. Es una situación traumática. Lo único que vamos a hacer es que esa mujer esté acompañada por un Estado presente”, sostuvo la representante entrerriana, cuya familia sufrió un escrache por estar a favor de la ley. También pidió a algunos de sus colegas que no tengan miedo de expresar su opinión sobre este tema a través del voto. Por eso los arengó: “Van a pasar a la historia los que se la jueguen. Por que sea ley y por el derecho de todas las mujeres”. Desde otra banca la escuchaba su pareja y madre de su hijo, el diputado Nicolás Rodríguez Saá que decidió no anotarse en la lista de oradores porque “hoy es el momento de Carolina y de todas las mujeres y su lucha”.
A continuación, Mónica Macha, presidenta de la comisión de Mujeres y Diversidad, sostuvo: “Hay dos clases de leyes, las que vienen a plantear nuevas prácticas y otras que vienen a regular prácticas existentes. Con la interrupción voluntaria del embarazo estamos hablando de la necesidad de contar con una normativa para una práctica milenaria que está penalizada en un Estado moderno”. Asimismo, recordó que “cuando una persona ha tomado la decisión” de interrumpir un embarazo, no la detienen ni la clandestinidad ni la ilegalidad”.
Cuando fue el turno de los diputados que debieron fundamentar el dictamen de minoría, la primera en exponer fue Carmen Polledo, del PRO de la Ciudad de Buenos Aires. Como muchas otras usó blusa celeste, a tono con su postura “pro vida”. La legisladora remarcó los efectos de la pandemia en Argentina y apuntó a otros graves problemas del país por lo que consideró inoportuna la discusión sobre el aborto. Dijo que le “resulta difícil creer” que el debate se desarrolle en medio de “una peste que se ensaña con los mayores” y de “un gobierno populista que les redujo los ingresos”.
Además, ya refiriéndose al aborto, insistió en que “no hablamos de interrupción sino de la eliminación de un ser que se está gestando. Los juristas que reconocen el derecho a la vida esta visión se respalda desde lo científico. El embrión es un organismo, no es un fenómeno como dijo el ministro González García. El aborto lo debemos evitar. No se habló de la despenalización de la mujer como la pedimos en 2018. No hubo consenso. La despenalización debilitaría la legalización, se nos dijo ahora. Esta ley no sirve”.
La bonaerense de la Coalición Cívica, Marcela Campagnoli, otra de las impulsoras del dictamen minoritario en la sesión, dio un discurso virulento: “Este es un proyecto que nos divide, ¿con qué cara vamos a decir que esto es prioridad? Estamos debatiendo un cambio fundamental del sistema jurídico. ¿Este es el único tema en el que habrá consenso? ¿Creen que vamos a disminuir la mortalidad materna? Hay que fortalecer la educación sexual, garantizar el agua potable, controlar la desnutrición. Abrazo a cada una de las mujeres que atravesaron por esta práctica, tan traumática. Es un dolor, es una herida. Estamos legalizando un dolor. La vida es un milagro y ¿vamos a arrogarnos el derecho de suprimirla? Banalizamos todo, las instituciones, la política, la palabra. Ahora banalizamos la vida. Dijo el ministro González García que esto era un fenómeno. Pensar que esta vida no vale. Es un hecho político. En honor a la memoria de Chiara Páez, víctima de un femicidio, mi voto no es positivo”.
Entre los oradores hubo sorpresas. La diputada del PRO Adriana Cáceres anunció que está embarazada. Un embarazo “sumamente deseado”, señaló y justificó su voto a favor. La catamarqueña peronista Lucía Corpacci, que había evitado anticipar su voto, ingresó al recinto con un pañuelo verde en su cuello. Y el mendocino José Luis Ramón (Unidad y Equidad) reiteró su postura en contra y propuso la realización de un plebiscito porque consideró que “una circunstancial mayoría” no puede definir el tema. Y Flavia Morales, del Frente de la Concordia Misionero, anunció su cambio de postura: dos años atrás votó en contra y esta vez votará a favor.
La lista de oradores y los horarios varias veces fue corregida. Según se estima la votación de la ley de interrupción del embarazo sería votada cerca de las 4 de la mañana y una hora hora y media después, con una lista de 20 oradores, se daría también media sanción a la ley de los Mil Días.
Aunque se había especulado con la presencia de Alberto Fernández, tanto en Casa Rosada como en la presidencia de Diputados, indicaron que el Presidente descartaba participar del debate que como dijo Ferraro divide a cada fuerza en forma transversal y no por partidos.