Boca goleó a Huracán y cerró el 2020 con una sonrisa

El Xeneize fue muy superior al Globo y sumó tres puntos importantes para quedar como líder de su zona. Doblete de Wanchoe y otro de Obando.

Juampi Reynoso
As
Boca mostró dos versiones a lo largo de los primeros 45 minutos: la primera, que se dio antes del gol, fue imprecisa, errática y monótona; la segunda, tras su primera conquista, tuvo juego asociado, movimiento de los hombres de ataque y de los volantes creativos.

Huracán nunca se achicó y, pese a tener varias bajas importantes, se defendió con sus armas. Los delanteros, Andrés Chávez y Juanfi Garro, se movieron bastante pero no tuvieron la eficacia necesaria para batir al arquero Agustín Rossi, quien tapó algunas pelotas claves.

La primera gran emoción del primer acto se dio justó a los 25 minutos: la jugada empezó en los pies de Alan Varela, continuó en Emmanuel Mas, siguió en Edwin Cardona y finalizó en Ramón Ábila, quien tras una gran asistencia del colombiano, solo tuvo que empujar la pelota al fondo de la red.

La segunda, justo sobre la hora: otra vez, el juvenil Varela agarró el balón en la zona central y punteó de gran manera a Wanchope, quien esperó el momento justo y definió de gran manera al palo izquierdo del golero Facundo Cambeses. 2-0 y a otra cosa.

Luego de la charla técnica del entretiempo, Boca salió dispuesto a liquidar el pleito y en los primeros 10 minutos tuvo dos chances claras para marcar el tercer tanto: Ábila, encendido, tiró una tijera que salió desviada y Cardona falló un claro mano a mano contra el guardameta rival. Huracán, sin su entrenador Israel Damonte que fue expulsado por agresión verbal, no le encontró la vuelta.

Miguel Ángel Russo movió el banco, le dio minutos a Leonardo Jara (en lugar de Nicolás Capaldo) y a Sebastián Villa (entró por Zeballos) pero su equipo no pudo crecer y el partido se acható. También mandó al debutante Luis Vázquez y a Agustín Obando.El Xeneize quedó largo, partido, y al DT no le gustó nada. El Globo siguió empujando pero se desinfló demasiado como para descontar y luego ir en busca de la igualdad.

Pero antes de que el partido se cierre, Obando tomó la pelota a la altura de la medialuna, sacó un zurdazo letal y colocó la número 5 en el ángulo superior derecho. Un verdadero golazo del juvenil que venía de sufrir algunas expulsiones y necesitaba recuperar confianza para tener más rodaje en el futuro inmediato.

Ahora sí, el resultado no se modificó más y Boca sumó 3 valiosos puntos para ubicarse en lo más alto de la tabla. Luego del brindis por el año nuevo, el campeón argentino deberá enfocarse, nada más ni nada menos, que en el Superclásico que se jugará el 2 de enero. Primero River, después Santos: sí, se vienen días importantes para estar a la altura.

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