Así es la casa donde murió Maradona
El ex capitán de la Selección perdió la vida en la planta baja, en el playroom que fue improvisado como habitación para que no subiera las escaleras. Cómo estaba equipado su cuarto
La última morada de Pelusa se transformó en motivo de debate mediático en las últimas horas. Las comodidades de la propiedad, alquilada en la zona Norte para que Maradona pudiera estar cerca de sus hijas y, de esa forma, también más controlado ante su cuadro de abstinencia, recibieron críticas de parte de la familia del ex capitán de la Selección, aunque al momento de la firma existía consenso, a partir de la urgencia con la que cerraron el trato.
“Ayer, hablando con Claudia (Villafañe), me decía: ‘Cabezón, si vos entrabas y veías dónde falleció Diego, te morís’. No sé si está bien que lo diga, pero yo lo puedo decir. Claudia sabe que lo digo de corazón, pero me contó eso. No quise preguntarle más”, detalló Oscar Ruggeri el contenido de su conversación con la ex esposa del enganche.
Infobae tuvo acceso a las fotos de la casa en la que Maradona encontró la muerte. El contrato de alquiler fue firmado por Jana y su costo fue abonado por Matías Morla, abogado del ex futbolista. El campeón estaba alojado en la planta baja, en el espacio que funcionaba como playroom, para que no debiera subir y bajar las escaleras. Dicha habitación estaba equipada con una cama de dos plazas, una TV grande y un sillón masajeador. Tenía vista al lago. Además, le colocaron un inodoro ortopédico para que no tuviera que trasladarse de noche para ir al baño. En la planta principal hay un baño, pero para llegar hasta ahí hay que atravesar el living-comedor integrado. Allí también se halla la cocina.
La planta alta, por su parte, cuenta con cuatro habitaciones; una de ellas, la principal, en suite. Dicho espacio había sido acondicionado para Maradona, pero por la operación, para que no hiciera esfuerzos, luego optaron por que se quedara en el playroom.
La casa también posee un fondo más pequeño que el que disfrutaba en su casa en Campos de Roca, en la localidad de Brandsen, que disponía de cancha de fútbol 5 de césped natural con medidas reglamentarias y una pileta de natación. Y una galería, justamente el espacio, según le indicaron a Infobae, que más disfrutaba Diego en sus primeras horas en el lugar, hasta que su estado anímico fue decayendo, tal como explicó este medio en la crónica de los últimos días de Pelusa. El vínculo con los propietarios fue rubricado por solo tres meses, hasta enero de 2021, cuando esperaban que, ya recuperado, pudiera volver a la actividad en Gimnasia y Esgrima La Plata.
La casa, según la solicitud elevada por la psiquiatra a la prepaga, debía contar también con “enfermeros preferentemente hombres con disponibilidad tiempo completo y especializados en problemática de consumo de sustancias, médico neurólogo y médico clínico. A su vez, contar con la disponibilidad para realizarse estudios médicos y una ambulancia por si se considera necesario el traslado”. De toda la lista, sólo fue proporcionada la atención 24 horas de enfermeros, que rotaron en turnos de ocho horas y contaban con una habitación a disposición para descansar entre control y control (de esa forma, además, le daban privacidad al paciente, un ítem que reclamaba Maradona, tal como quedó consignado en los chats que vieron la luz entre la familia y los profesionales).
El mediodía de la muerte del Diez, en la propiedad se encontraban el psicólogo Carlos Díaz, la psiquiatra Cosachov (las dos personas que ingresaron a la habitación-playroom, encontraron a Maradona acostado y detectaron que algo no andaba bien), Maxi Pomargo (cuñado de Morla y secretario del astro), Jony Espósito (sobrino del ex futbolista), la cocinera y la enfermera Dahiana Madrid.
ASÍ ERA POR DENTRO LA CASA DE MARADONA EN EL TIGRE