Análisis del Bono Contra el Hambre
La Ley Nº 1330, de fecha 16 de septiembre de 2020, que establece el pago del bono contra el hambre y contra efectos negativos del Covid19 por un monto único de Bs.1.000.-. Recordar que dicha Ley fue promulgada por Eva Copa
La presidente Añez, en fecha 22 de septiembre de 2020 promulga el Decreto Supremo Nº 4345, mismo que establece el pago del dicho bono con recursos de crédito externo, siempre y cuando se cuente con contratos específicamente para dicho propósito.
El Decreto Supremo Nº 4392 de fecha 13 de noviembre de 2020 promulgado por el presidente Arce, tiene el objetivo de reglamentar el pago del Bono contra el Hambre en ventanillas bancarias o vía abono a una cuenta unipersonal. La diferencia con el decreto supremo reglamentario del anterior gobierno, es que se establece que el financiamiento se efectuara con recursos de BM y BID
Beneficiarios
Ciudadanos bolivianos que residen en el país,
Mayores de 18 años al 16 de septiembre de 2020,
Mujeres que perciben actualmente el Bono Juana Azurduy
Personas con discapacidad visual que reciben el bono de indigencia registradas en el Instituto Boliviano de la Ceguera,
Personas con Discapacidad grave o muy grave registradas en el Sistema de Información del Programa de Registro Único de las Personas con Discapacidad
Beneficiarios del Bono Universal, incluyendo personas que no recibieron ningún tipo de remuneración salarial del sector público o privado a la fecha de promulgación de la Ley Nº1330
Asegurados independientes en el Sistema Integral de Pensiones.
Financiamiento
El financiamiento proviene de del Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo de acuerdo a los siguientes Convenios:
Contrato de préstamo Nª9115BO entre el Estado Plurinacional de Bolivia y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento del Banco Mundial
Contrato de Préstamo Nº 5039/OCBO, suscrito entre el Estado Plurinacional de Bolivia y el Banco Interamericano de Desarrollo – BID
El monto estimado alcanzaría aproximadamente 570 millones de dólares.
Población objetivo estimada
Se beneficiarán aproximadamente 4.000.000 de personas.
Efectos positivos de la política económica del pago del bono
En términos microeconómicos, las familias de escasos recursos podrán financiar sus gastos en artículos de primera necesidad, vivienda o vestimenta necesaria para la situación de crisis.
En términos macroeconómicos, el pago de un bono puede significar estimular el consumo agregado de las familias y de esta forma posibilitar una estimulación de la demanda agregada y de la producción agregada del país.
Una política redistributiva en medio de una crisis puede ser eficaz para retrasar por un par de meses a lo mucho que gente vuelva a situación de pobreza.
Estadísticas del INE muestran que el trimestre más duro para la economía boliviana en la presente gestión fue el segundo trimestre, pues la economía apenas generó un valor de Bs. 52.858 millones a precios corrientes (PIB nominal Trimestre II) y en términos reales alcanzó Bs. 9.795 millones a precios constantes (PIB real Trimestre II) con un decrecimiento acumulado en la gestión 2020 al primer trimestre de -11,1%.
Por otro lado, mencionar que la recuperación de la economía no sería efecto en sí mismo de la otorgación del bono, sino la recuperación de los niveles de producción está más ampliamente relacionada con las medidas de desconfinamiento que cada municipio está efectuando en sus territorios y por las necesidades de la población por generar ingresos o autoemplearse.
Efectos negativos de la política económica del pago del bono
El mayor efecto negativo es sobre el comportamiento del endeudamiento público.
La deuda pública puede ejercer presión en los siguientes años, por las obligaciones de pago y el compromiso de los ingresos fiscales a efectuar pagos de deuda y dejar de efectuar pagos en servicios sociales en salud, educación y otras ramas.
Contracción de mayores niveles de deuda pública sea interna o externa conlleva a registrar mayores niveles de déficit fiscal. El programa fiscal financiero ajustado indica que es espera un 12% de déficit fiscal como porcentaje del PIB.
Otros efectos de la política económica del pago del bono
El problema de fondo es recuperar el empleo para sustentar los gastos del hogar.
La canasta básica incluye inclusive servicios educativos, servicios varios (como cortes de cabello), utensilios de limpieza y aseo personal, y sobre todo en esta pandemia, el uso de alcohol en gel, barbijos, medicamentos y servicios de salud, incluso servicios financieros.
La pandemia ha restringido el consumo de las familias, limitando sobretodo las compras pero a la vez ha generado un malestar físico y psicológico por la reducción de ingresos. Un bono no puede reemplazar jamás un empleo y una medida de tal magnitud que transfiere recursos a las familias estimularía la oferta y la producción en pequeñas proporciones, porque solo permitiría el consumo de una reducida cantidad de productos, bienes y servicios, fundamentalmente del rubro de alimentos.
