Alaba, desde el 1 de enero
Alaba siempre ha gustado en la planta noble del estadio Santiago Bernabéu. Ofrecido en varias ocasiones cuando su padre ejercía de representante, es un jugador que puede actuar bien como lateral izquierdo bien como defensa central en esa zona. Curiosamente, es donde viene jugando normalmente Sergio Ramos, jugador que acaba contrato con el Madrid el próximo 30 de junio, como el austriaco, y que aún no ha renovado con el conjunto blanco. También puede ser el relevo de Marcelo, si el brasileño abandona la disciplina blanca este verano (tiene contrato hasta 2022), pero los pocos minutos que está jugando y las feroces críticas que ha recibido pueden hacerle pensar en un cambio de aires.
Pero Alaba no interesa sólo al conjunto blanco. Los grandes de Europa lo ven como un jugador a seguir para completar una plantilla de lujo. Equipos como el PSG, la Juventus, el Barcelona y los grandes de la Premier, en especial el Chelsea y el Manchester City (Guardiola le conoce bien de su paso por el conjunto bávaro), ven que un jugador de su talla puede llegar libre, pero el austriaco, a través de su agente, el israelí Pini Zahavi, ha hecho llegar sus condiciones en las que incluye una suculenta cantidad como prima de fichaje así como unas elevadas pretensiones económicas por fichar. Unas cantidades difíciles de alcanzar para muchos clubes penando por la situación económica derivada de la crisis del coronavirus.
Eso es lo que frena por el momento la posible llegada del austriaco. El Madrid no le pierde la vista y sabe que en apenas tres semanas queda libre. Justo también el tiempo que le queda a jugadores como el propio Ramos, Modric y Lucas Vázquez para poder negociar con otros clubes si el Madrid no da un paso adelante. Eso sí, Alaba no taparía el agujero físico y emocional que dejaría Ramos si finalmente no renovase con el conjunto blanco…