Un modelo matemático vaticina que la segunda ola de la COVID-19 se extenderá hasta marzo

Los investigadores estiman que para el 10 de enero habrá unos 50.000 muertos y fijan el tope de la curva de fallecidos en marzo, con cerca de 55.000 víctimas.

As.com
La segunda ola de COVID-19 que está ahogando a muchos países podría alargarse hasta marzo de 2021 con cerca de 55.000 víctimas mortales, según ha pronosticado un equipo formado por investigadores de la Universidad de Granada, la de Lyon (Francia) y la de Western Cape, en Suráfrica, gracias a un modelo epidemiológico sencillo.

“En la primera ola se observó un comportamiento exponencial, aumentando las muertes diarias muy rápidamente; en la segunda ola el aumento no es exponencial, es mucho menos rápido, casi lineal, lo que augura que será una ola más larga, que se extenderá hasta marzo”, ha explicado a Efe el catedrático del departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Granada, José Enrique Amaro. Sus cálculos estiman, además, 50.000 muertos para el 10 de enero y ha fijado el tope de la curva de fallecidos en marzo, con cerca de 55.000 víctimas.

no obstante, estas previsiones podrían variar con nuevas medidas, por lo que el experto ha avisado de que “las predicciones deben tomarse con precaución porque es imposible acertar al 100% con meses de antelación”, ya que la situación es cambiante.

Simplificación el modelo SIR

Enrique Amaro actualiza los datos de la segunda ola y los analiza con los diferentes modelos que existen. De hecho, ha sumado la colaboración de investigadores de la Universidad de Western Cape de Ciudad del Cabo (Suráfrica) y de la de Lyon (Francia) para examinar estos variados modelos epidemiológicos utilizados para intentar anticiparse al efecto de la pandemia.

Al inicio de la pandemia en España, él mismo creó un método para analizar la evolución del coronavirus, con una fórmula que simplificó el modelo SIR u,tilizada por muchos científicos debido a sus predicciones acertadas, y que luego extendió para calcular las muertes diarias.

Según ha explicado, el equipo modificó el modelo estadístico SIR para conocer la evolución temporal de los decesos sin tener que saber el número de personas infectadas, una cifra que no es fiable frente a la de fallecidos. Los resultados de la investigación, publicada por la prestigiosa revista Applied Mathematical Modeling, apuntan que para describir la fase final de la pandemia hay que sumar las variaciones temporales de los índices de propagación y de interacción atribuidos a medidas como las cuarentenas, el distanciamiento o las mascarillas.

Este modelo simplificado se ha utilizado para estudiar la curva de muertes diarias en los países europeos más afectados durante la primera ola de la pandemia y han permitido comprobar que se repiten las mismas tendencias, lo que sugiere un comportamiento universal del coronavirus.

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