Seis partidos ganados de once y signos evidentes de debilidad. El Madrid aprovecha el parón para hacer un diagnóstico global y poner freno a la crisis.

Marco Ruiz
As
El Real Madrid sólo ha podido ganar seis de los once partidos jugados esta temporada. Por lo demás, han sido dos empates y tres derrotas. La de Mestalla fue especialmente dolorosa, con tres penaltis señalados y alguna polémica arbitral. Pero más allá de eso, ha hecho saltar las alarmas en el club, que estos días de parón por el Virus FIFA se dedica a hacer un diagnóstico global de la situación parea arreglar los problemas. Todo, con la vista puesta en la reanudación de la competición, en la que el Real Madrid afronta cuatro salidas de enjundia: Villarreal, Inter, Shakthar y Sevilla… El equipo manda demasiados signos de debilidad. La que sigue es una radiografía de la situación actual.

-Los volantazos de Zidane.

Desde dentro del club se cuestionan algunas de las rotaciones de Zidane, pero tampoco se pierde la vista a que es lo que ha hecho siempre en el Madrid (la famosa Unidad B dio algún título clave como el año del doblete histórico tras 59 años). De cualquier manera, extrañó que fiase el centro del campo a Isco ante el Valencia cuando Casemiro estaba lesionado, y que dejara a Kroos en el banquillo. Por otro lado, tampoco se entendió que jugara Marcelo cuando Mendy no está convocado con Francia y tiene espacio por delante para descansar. No es la primera rotación suicida del técnico esta campaña. Ante el Cádiz también metió en el once a Marcelo e Isco (tuvo que retirar a este último en el descanso).

-Marcelo e Isco no levantan cabeza.

El problema de los jugadores veteranos fuera de forma comienza a hacerse crónico sobre todo en dos casos, los de Marcelo e Isco. Las críticas para el brasileño son unánimes. Y los datos la refrendan. El equipo de Zidane ha disputado 57 partidos de Liga desde que el técnico francés regresó al banquillo madridista y ha perdido 9. El brasileño fue titular en todas esas derrotas. En el otro extremo de la cuerda está Isco, que se negó a salir este verano del equipo aunque el Madrid no hubiera visto con malos ojos hacer caja con él (termina contrato en 2022). Ha desaparecido de las convocatorias de Luis Enrique. Con el Madrid, lo dicho en la grada del Camp Nou sobre Zidane (“Si me saca me cambia en el 60’ y si me tiene que meter lo hace en el 80’) le condena. Pero le relegan aún más sus actuaciones: ante el Valencia sólo recuperó un balón. Modric, a sus 35 años, robó nueve. Son dos casos, Marcelo e Isco, de jugadores que deberían ser importantes por jerarquía y que se han dejado ir.

-Asensio, Militao, Vinicius o Jovic no asoman.

El caso de Asensio es el que más llama la atención. Parece el mallorquín instalado en la idea que esbozó en una entrevista en 2018 y que tanto sorprendió: "Yo tampoco soy el que tiene que tirar del carro del club, hay jugadores que llevan muchos más años, mucho más experimentados, que tienen un estatus mayor al mío y son los que tienen que tirar del carro”, dijo entonces ante una crisis de malos resultados. Pues la situación ya es bien distinta. Es la quinta campaña de Asensio en el Madrid, tiene 24 años y es la apuesta del club para el tridente titular junto a Benzema y Hazard… Zidane le ha dado cinco titularidades consecutivas de manera incondicional sin que aún haya respondido. Su caso no es el único de jóvenes que no arrancan. Militao es un claro ejemplo, un fichaje de 50 millones que muestra carencias cuando no juega con Ramos y que no es alternativa a la titularidad. Tampoco Vinicius (45 millones), intermitente en sus actuaciones y errático en los metros finales. Ni siquiera Rodrygo (40 millones), a pesar de su gol salvador ante el Inter, parece dar el salto claramente o mejorar lo que pueda haber en la cantera. Lo de Jovic (60 millones) es, incluso, de expediente X. De marcar 27 goles con el Eintracht antes de firmar a sólo dos con el Madrid en su primera temporada de blanco.

-La defensa se desmorona.

“Goles marcados y concedidos por el Real Madrid en los últimos 11 partidos de la temporada pasada: 19 y 7. Goles marcados y concedidos por el Real Madrid en los primeros 11 partidos de la temporada actual: 21 y 16. El equipo marca los mismos goles. Concede más del doble. Ahí está todo”, la reflexión es del estadista Míster Chip y explica a las claras los males del Madrid. Ya son siete los encuentros consecutivos en los que el Madrid ha visto su portería perforada. Conquistó la pasada Liga tras mantener su puerta a cero, por ejemplo, en 6 de las 11 jornadas que se jugaron postconfinamiento. Se marcan los mismos pocos goles, pero el equipo encaja muchos más. Varane, desde su fallo ante el City, parece ser víctima de una especie de mal de ojo: ha marcado dos goles en propia puerta en sus últimos cinco partidos con el Real Madrid en todas las competiciones, tantos como en sus anteriores 324 con el conjunto blanco.

-Casemiro sin suplente y Benzema sin apreturas.

El Real Madrid tiene dos carencias fundamentales en su actual plantilla. La primera y más dolorosa, que no hay un recambio natural para Casemiro. La segunda, que si hay un nueve suplente (bueno, dos, Mariano y Jovic), pero que a Zidane le da igual porque no confía en ellos. Con respecto a Casemiro, los datos hablan de una evidencia: el equipo se cae sin él. Antes de la derrota 4-1 ante el Valencia, Zidane había dejado a Casemiro dos veces en el banquillo y en ambas tuvo que rectificar. La primera fue en el debut liguero, contra la Real Sociedad. Con 0-0, el brasileño entró en los últimos 20 minutos. La segunda, de peor recuerdo para el Madrid, fue frente al Cádiz. Ese día también eligió Zizou a Isco para sustituirle y el rendimiento del equipo fue parecido (por lo negativo) a lo visto en Valencia: en el descanso tuvo que rectificar y sustituir a Isco por Casemiro. Era tarde: el Madrid perdió 0-1. Camavinga estaba dispuesto a venir este verano pero el Madrid no pudo fichar. En cuanto a los delanteros, después de mostrar a Jovic con el mercado abierto, Zidane le ha condenado al banquillo: ante el Valencia le sacó unos minutos con el marcador ya irreversible, como a Mariano. El equipo puede temblar con la baja de Benzema.

-Política de fichajes errática.

En el club se lamentan de la mala suerte que hubo con la última gran inversión en fichajes. El Madrid hizo un gran esfuerzo hace dos veranos gastando 298 millones de euros en Hazard (100), Jovic (60), Militao (50), Mendy (48) y Rodrygo (40). De todos ellos sólo ha funcionado Mendy, y tampoco es un jugador diferencial. Se deduce, por tanto, que más allá de la mala suerte de las lesiones de Hazard, la política de fichajes estuvo equivocada y ahora no hay margen de maniobra.

-Sin caras nuevas desde 1981.

Desde 1981 el Madrid no pasaba un verano sin realizar ninguna compra. Aquella vez el equipo llegó a la final de la Copa de Europa. Esta parece difícil repetir. El panorama es el mismo que el de la pasada campaña, los titulares no sienten una amenaza para su puesto y los suplentes saben que lo seguirán siendo y están acomodados. Sólo la Junta Directiva tiene la respuesta de la ausencia de fichajes: una posibilidad es que se esté ahorrando para acometer la operación Mbappé y la otra que el Madrid esté apretado por el crédito que pidió para hacer la reforma del Bernabéu (casi 600 millones a pagar en 30 años). Pero el Madrid es el único grande de Europa que no ha fichado. Incluso el Barça, casi en banca rota, ha comprado jugadores (por valor de 124 millones de euros) tras vender algunos (126).

-Plantilla descapitalizada.

El Madrid no compró, pero si vendió este verano. Lo hizo por valor de 85 millones de euros: 40 de Achraf, 30 de Reguilón y 15 de Óscar Rodríguez. Pero más allá de eso, la plantilla se ha ido descapitalizando: ahora Zidane mira hacia el banquillo y, aparte de a ellos, no ve a futbolistas como Bale, James, Ceballos, Brahim… Para el club también era importante ahorrar en masa salarial. Con respecto a lo que aportan unos jugadores y otros, baste una estadística: goles por minuto concedidos por el Real Madrid en las tres últimas ediciones de La Liga con Reguilón en el campo: 1 gol cada 140 minutos; con Mendy en el campo: 1 gol cada 180 minutos; con Marcelo en el campo: 1 gol cada 72 minutos. Reguilón ya no está, se fue por 30 millones. Mendy vino por 48. Marcelo tiene contrato hasta 2022.

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