Racing: entre una marca que duele y la esperanza

El equipo vive una mala racha que hacía mucho tiempo no sufría, pero espera con fe la llave ante Flamengo por los octavos de la Copa. La serie reivindicará o hundirá más a Racing.

Olé

El margen se le achicó. Tanto se redujo que lo aprieta, incomoda, quita oxígeno. Las cuatro derrotas en fila en el torneo local ponen a Racing frente a la necesidad extrema de dar un paso firme en la etapa breve que se le avecina. La serie de octavos de final de la Libertadores, cuya ida jugará este martes contra Flamengo, lo sacará a la superficie o lo sumergirá más aún en el fondo del océano.


No habrá grises. No habrá término medio. Y Sebastián Beccacece lo sabe: su continuidad o no podría depender de lo que ocurra en esta instancia, según el resultado global y la respuesta futbolística que vea del equipo. Incluso, el futuro de Diego Milito podría enfilar hacia la puerta de salida en diciembre, si la Academia no pasa a Cuartos.

Nadie hubiera imaginado en Racing esta previa tan negativa en la antesala de una nueva presentación copera. Con la caída ante Atlético Tucumán, la Acadé volvió a sufrir cuatro derrotas al hilo después de siete años. La última vez había sido en 2013 (Luis Zubeldía era el DT), cunado perdió tres por torneo local (0-3 vs. San Lorenzo, 1-3 vs. Tigre y 0-2 vs. Arsenal), más la caída 0-1 ante Lanús por la Copa Sudamericana. Además, es el segundo peor arranque de campeonato de su historia, sólo superado por los seis partidos perdidos al hilo en la Copa Mercosur de 1999.

Ya casi afuera de la próxima fase de la Copa de la Liga Profesional (la que definirá al campeón), la Academia se aferra a la esperanza de dar el golpe en el certamen continental, ilusión alentada por el también mal momento que atraviesa el cuadro de Rogerio Ceni. Y en ese abrazo a la ilusión, claro, aparece Beccacece, tratando de enfocarse en el objetivo sin desviarse a pesar del mal clima que se generó en el club por los malos resultados y, sobre todo, por la interna que estalló entre Milito y algunos dirigentes.

"Estamos encaminados en los objetivos que nos propusimos: ingresar a la Libertadores 2021, competir en la Libertadores 2020 y ahora jugamos la Copa de la Liga", dijo el entrenador luego del traspié de un Racing lleno de pibes, en Tucumán.

"Estamos pasando un momento duro. Nos toca esto y tenemos que afrontarlo. No nos sale nada. Tenemos mala leche con la lesiones y estamos peleados con el arco. El martes nos jugamos todo. Todo en todo sentido... Tenemos un partido importantísimo por delante. Seguimos mirando hacia adelante. Hay que trabajar más que nunca y la pelota va a entrar", expresó Walter Montoya.

Racing es el equipo más goleado del certamen doméstico (recibió 10) y apenas anotó un tanto. 

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