Poner a un 5 de 2: Gallardo innovando

Como ellos, el Muñeco probó a un volante central como zaguero central. Qué puede aportarle Enzo Pérez en la cueva. Ventajas y desventajas de la movida táctica.

Olé

El laboratorio de Marcelo Gallardo nunca deja de funcionar. En sus seis años al frente de River se viene mostrando como un entrenador que se reinventa permanentemente, que cambia de dibujos tácticos, que modifica su estrategia en función del rival y del contexto... Esta vez, el Muñeco es noticia porque decidió experimentar en la práctica matutina de este martes. En el ensayo de fútbol ubicó a Enzo Pérez en la zaga central, como acompañante de Javier Pinola. Ya sin Martínez Quarta, transferido a la Fiorentina, y con Paulo Díaz y Robert Rojas afectados a sus respectivas selecciones de Chile y Paraguay debido a la doble fecha de Eliminatorias, puso a su 5 clásico como 2. Qué tal...


La movida no es nueva en la historia del fútbol mundial (Franz Beckenbauer fue volante central antes de ser líbero como ocurrió más acá en el tiempo con su compatriota Lothar Matthaus) y tampoco en el manual ilustrado del propio Gallardo. En el mundo sobran los casos de volantes centrales devenidos en zagueros. En este 2020 se pueden mencionar tres ejemplos muy famosos: Fernandinho en el Manchester City de Pep Guardiola (antes de la pandemia), Fabinho en el Liverpool de Jurgen Klopp y Frenkie De Jong en el Barcelona de Ronald Koeman en la actual temporada. Pep reincidió en Inglaterra ya que en su etapa en el Barsa hizo lo mismo con Javier Mascherano. Y si hablamos del fútbol argentino, Gabriel Heinze en Vélez utilizó en varias ocasiones a Gastón Giménez, mediocampista central, en su línea defensiva. A todos los une un punto común en esa decisión: prefirieron, ante la urgencia, improvisar a un mediocampista en el fondo antes que jugársela con un juvenil sin tanta experiencia.

En cuanto a Gallardo, ya había realizado esta variante posicional con Leonardo Ponzio y también con Bruno Zuculini, en algunos amistosos de este año. O sea dos volantes centrales que saben de polifuncionalidad. Hasta a Iván Rossi, otro 5, llegó a probarlo en la defensa. En cambio, lo de Enzo Pérez no registra antecedentes en River. El mendocino era un carrilero en sus inicios en Godoy Cruz. Luego fue interior y mediapunta en Estudiantes. En su experiencia en Europa ya se lo vio de doble cinco. Y en River directamente se transformó en el único mediocampista central, más posicional. En la zaga ya jugó en un par de partidos, de modo ocasional, en su etapa en el Valencia. Ah, y en los picados informales suele calzarse los guantes para ir al arco. Sólo le faltaría jugar de lateral y de nueve...

Las ventajas de colocar a Enzo como primer marcador central es su capacidad y criterio para salir jugando. Es un futbolista con buena lectura, que suele ser salida limpia desde el círculo central y que no suele fallar en las entregas, a tal punto de ser uno de los jugadores con mejor porcentaje de pases bien realizados por partido. Cantidad y calidad que podría trasladar a unos metros más atrás del campo de juego si es que Gallardo decide confirmarlo en ese puesto para el partido ante Godoy Cruz. Además, se destaca en la marca, suele descender para ubicarse entre medio de los centrales y no tiene problemas en las coberturas y relevos ya sea por el medio o cruzando a las bandas. Esa faceta defensiva lo ha llevado a convertirse en uno de los jugadores top de este River. Si el Muñeco apostara a un 4-4-2 con Sosa y Ponzio como doble cinco, el trabajo de contención de ambos haría que Enzo no quede tan expuesto, sobre todo en un equipo que suele moverse bien en bloque en ambas transiciones, sin dejar tantos espacios entre las líneas.

La desventaja principal es la lógica falta de oficio que tiene en ese sector del campo. El timming para ir a cruzar atrás del lateral derecho o de su compañero en la zaga o el manejo del anticipo es algo que suelen dar los partidos. Enzo podría rebuscársela con su experiencia y por el hecho de tener al lado a alguien como Pinola, que conoce bien cómo manejarse en la zaga. El otro problema está en el juego aéreo. Pérez mide 1,78, lo mismo que Paulo Díaz y Robert Rojas, por ejemplo, que son los habituales titulares en esa posición. Y River, además, viene sufriendo en las pelotas paradas en contra. Aunque ese déficit, más que una cuestión individual, parece tener una falla más colectiva.

Entradas populares