Medvedev golpea a Djokovic y pasa como primero de grupo

Medvedev ganó a Djokovic y pasa como primero a semifinales. Si Nadal gana a Tsitsipas se medirá con el ruso. El serbio se la juega el viernes ante Zverev. Schwartzman, eliminado.

Nacho Albarrán

As

Daniil Medvedev dio un golpe de estado este miércoles en las ATP Finals al vencer por un doble 6-3 en 81 minutos al actual líder del ranking y primer favorito para alzarse con el título, Novak Djokovic. El ruso bordó su labor de desgaste ante el serbio, que tendrá que pelear por la clasificación el viernes contra Zverev en un partido a cara o cruz en el que el ganador alcanzará las semifinales. Medvedev podrá tomarse su partido contra Schwartzman como un entrenamiento, ya que el ruso está clasificado para los cruces como primero de grupo y el argentino, eliminado. El año pasado, el bueno de Daniil se marchó para casa con 0-3 en la fase de grupos y en 2020 puede darle la vuelta a la tortilla con un 3-0. La otra gran consecuencia de su victoria es que Nadal no se enfrentará con Djokovic si gana este jueves a Tsitsipas, porque pasaría como segundo del Grupo Londres 2020 y se mediría con Medvedev. Y seguro que lo prefiere.

Medvedev hizo algo muy meritorio en el primer set: romperle dos saques a Djokovic cuando daba gusto ver como dirigía el partido el balcánico. De revés a revés, el moscovita no le perdió la cara al número uno del mundo y ya le avisó en el tercer juego del partido con dos puntos de break. En el segundo intento ya logró ponerse en ventaja y ganó cuatro juegos seguidos, más los tres primeros de la segunda manga. Un 7-0. Nole cometió un grave error en el cierre del parcial inicial, con una doble falta que le dio la oportunidad de empezar sacando a su rival, que estaba crecido y en control del duelo. El físico le acompañaba y su mano firme casi no erraba pese al continuo movimiento que se imponían ambos en la pista.

En la guerra táctica, vencía la frialdad rusa, se diría casi que soviética de Medvedev, que se mostraba como una roca impenetrable y al mismo tiempo ágil y veloz pese a sus 1,98. Con la cabeza gacha, Djokovic sólo encontraba a ratos la manera de hacer daño a su oponente. Lo intentó con una bola de quiebre, pero se encontró con dos aces seguidos de Medvedev. Tremendo. Djokovic detuvo la sangría, pero la herida estaba muy abierta y ya no la pudo cerrar. Derrota seria y dolorosa que le obliga a un esfuerzo extra ante un contrincante imprevisible, y con la cabeza mejor amueblada desde que trabaja con Ferrer, como es Zverev. Eso sí, depende de sí mismo.