Maradona pudo jugar en el Celta

El club vigués necesitaba un atacante en el verano de 1977 para volver a Primera. Le ofrecieron al Pelusa (16 años) y a Nani (26) y se decantaron por el segundo.

Clemente Garrido
As
La historia de Diego Armando Maradona pudo cambiar radicalmente en el verano de 1977. También la del Celta, por supuesto. Los caminos del club vigués y del astro argentino estuvieron a punto de confluir ese año, pero las dudas de apostar por una promesa juvenil fueron muy fuertes e impidieron que el Pelusa aterrizase en Vigo con 16 años. Evidentemente, todos se tiraron de los pelos en Balaídos años después y quizás por eso esta historia nunca llegó a ser muy conocida en Vigo.

El Celta acababa de firmar un dramático descenso a Segunda en la última jornada la temporada anterior, algo que también pudo influir a la hora de tomar una decisión tan importante. Los vigueses buscaban un atacante para la configuración de su plantilla en Segunda, con el fin de lograr el inmediato ascenso a la máxima categoría. Entonces, un contacto argentino le ofreció dos opciones: una promesa de 16 años que había debutado unos meses antes en la Primera argentina o un goleador contrastado. El primero, Diego Armando Maradona. El segundo, Juan Carlos Nani. El debate ya estaba planteado.

Las discusiones en los despachos de Balaídos fueron intensas durante esos días. Por un lado, la ilusión de apostar por un joven futbolista que empezaba a maravillar a Argentina y cuyas referencias eran extraordinarias. En el otro lado de la balanza, un jugador consagrado, con experiencia en equipos como Boca o Lanús. Y todo esto en un contexto de presión social después de un descenso. Errar en el fichaje del delantero podía ser dramático.

Tras varios días de deliberación, el Celta acabó decantándose por Nani, por el que pagó entro ocho y nueve millones de pesetas (unos 50.000 euros). El Gringo, como se le conocía en Argentina, marcó 2 goles en los 18 partidos que jugó con el conjunto olívico. Mientras, al otro lado del charco, Maradona explotó como estrella en Argentinos Juniors y llegó a formar parte de la pre lista de la albiceleste para el Mundial de 1978.

Aquella temporada el Celta logró el ascenso a Primera, pero el disgusto entre los directivos por no aprovechar la oportunidad de fichar a Maradona perduró toda la vida. Este 23 de noviembre se cumplen 28 años de la única visita del Pelusa a Balaídos. Lo hizo con el Sevilla y marcó un golazo de falta en la victoria hispalense (1-2) ante un Celta que acabó con siete jugadores después de cuatro expulsiones. La historia pudo cambiar quince años antes, con Diego de celeste en el estadio vigués. Pero el Celta decidió... descartar a Maradona.

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