Lato ayuda a un Atlético sin gol
El conjunto rojiblanco tiene un problema evidente con el gol, aunque logró un triunfo importante ante el Valencia con un tanto en propia portería en el 79'.
El Atlético fue el claro dominador en un primer tiempo que no se caracterizó por jugarse a una gran velocidad. Simeone jugó con tres centrales (Savic, Giménez y Hermoso) y dos carrileros (Trippier y Lodi),con Koke pivotando por delante de la defensa, Lemar como media punta y Correa arriba. Saúl y Llorente ayudaban por dentro. Las rotaciones afectaron en esta ocasión a João Félix y Carrasco. El Atlético tuvo la pelota, el control y una de sus grandes preocupaciones radicó en que el Valencia no corriera a la contra. Dominio total de los visitantes, aunque sin grandes ocasiones.
El mejor en este primer tiempo fue Lemar. El francés se movió bien entre líneas, caracoleó y disparó un par de veces con peligro. La segunda, rondando ya el descanso, pudo suponer el 0-1, pero Jaume realizó una buena intervención. En partidos con defensas tan cerradas y tan bien dispuestas como la del Valencia, Lemar tiene que ser determinante. A un futbolista de ese nivel no se le puede olvidar jugar al fútbol.
El Valencia, por su parte, no se descompuso. Tuvo problemas para salir de su parcela, pero se sintió bien parapetándose delante de su cancerbero. Y en cuanto encontró espacios, salió rápido a la contra, con Yunus y Guedes dispuestos a pillar al Atlético a la contra. Maxi apenas encontró algún espacio para inquietar a Oblak. Correa y Marcos Llorente volvieron a intentarlo, pero Jaume se mantuvo firme. El Valencia tampoco llegó mucho pero lo suficiente como para que el Atlético entendiera que estaba ahí, presto para aprovechar algún despiste rojiblanco.
Sijmeone movió ficha tras el descanso y metió en el terreno de juego a João Félix. Entró por Lodi, quien no es el de antaño. El brasileño penetró bien por su banda, pero a la hora de la verdad no realizó ningún centro peligroso. La entrada del portugués propició que Lemar se colocara en la izquierda. Desde ahí intentó canalizar el juego del Atlético. La tónica fue la misma, similar. Los del Cholo con el balón, tocando con paciencia y el Valencia bien cerradito, presionando, agazapado para revolucionar el choque a la contra. Ni Carlos Soler ni Racic perdieron el sitio.
Lemar volvió a tenerla, aunque Wass desvió el tiro del francés que ya se colaba. A la hora de partido apareció Carrasco. Más mordiente en ataque y nueva variante táctica, con el belga como carillero por la izquierda y Lemar cambiando de banda, aunque el francés, ya cansado, duró tan sólo unos minutos más en el campo, pues el Cholo puso en liza a Vitolo y Kondogbia.
El Valencia siguió siendo un frontón. Los minutos fueron corriendo sin que pasara nada realmente importante. A estas alturas de encuentro, por más que el Atlético tuviera una gran posesión de balón, parecía evidente que el conjunto rojiblanco tiene un problema grande: la falta de un nueve puro, de un delantero pueda materializar las ocasiones. Sin Luis Suárez ni Costa el equipo no tiene un referente arriba. Simeone espera como una bendición la vuelta del delantero uruguayo.
Marcó el Atlético a falta de once minutos y lo hizo Lato en propia puerta. La jugada fue de Carrasco, con un centro perfecto que acabó tocando el lateral zurdo del Valencia. Jugar tan cerrado y tan cerca de tu portería conlleva estos riesgos. El Valencia ya sí se fue arriba, pero el Atlético tuvo la pelota y no permitió ningún acercamiento serio del conjunto valencianista. Oblak volvió a irse sin encajar.