La Lazio vuelve a sobrevivir a la emergencia
Los de Simone Inzaghi, plagados de bajas, se llevaron un gran empate ante el Zenit, después de que al tanto de Erokhin respondiera Caicedo.
La
primera media hora del partido, a pesar de los 16.000 hinchas presentes
en el estadio de San Petersburgo, fue muy descafeinada, con los equipos
estudiándose y renunciando a acelerar. El viraje llegó en el
32’, con una bonita jugada aérea de Dzyuba y Kuzjaev: ambos se pasaron
el balón con la cabeza hasta cederlo a Erokhin, que batió a Reina en el
corazón del área al primer toque. Los italianos reaccionaron
antes del descanso con un cabezazo de Muriqi y, en la reanudación, el
enfrentamiento fue mucho más abierto, con ocasiones en ambas áreas.
Después de una gran llegada de Mostovoy, que acabó disparando fuera ante el meta rival, se empezó a ver Caicedo, que saltó al campo en los últimos 30 minutos y fue decisivo.
El punta (ya héroe de los suyos el pasado sábado con el tanto del 3-4
en casa del Torino en el 98’) rozó el empate en el 75' a pase de
Milinkovic y, siete minutos después, puso las tablas con un bonito zurdazo aprovechando un preciso centro raso de Acerbi.
Antes del pitido final hubo tiempo para una volea de Milinkovic, que llegó a centímetros de la remontada, y del posible 2-1 local, propiciado por un mal pase del mismo serbio y realizado por Mostovoy, pero anulado por fuera de juego. El 1-1, absolutamente positivo para los romanos, deja al conjunto de Semak, al que también le tocaron bajas importantes (Malcom, Azmoun, Driussi...), en el último puesto con un solo punto y muy pocas esperanzas de clasificarse