La enésima locura del Inter
Los de Conte jugaron fatal durante 60 minutos, pero cuando el Torino realizó el 0-2, se desataron. Lukaku lideró la remontada con un doblete, Alexis y Lautaro completaron el póker.
Ese momento terrible, sin embargo, duró muy poco. Los nerazzurri resurgieron a un paso del abismo y lograron inesperadamente su primer triunfo desde el pasado 24 de octubre. Lo hicieron con orgullo y un enfurecido arreón, más que con el juego. Pero es justo este el tipo de actuaciones que le encantan al entrenador salentino y que puede representar un viraje antes de la decisiva cita del Real Madrid.
Los milaneses jugaban ante un conjunto mermado por el Covid. En el Torino faltaban Ujkani, Vojvoda, Lukic, Gojak y el técnico Giampaolo. En el calentamiento, además, unas molestias en la rodilla pararon a Belotti, sustituido por Zaza. A pesar de eso, los granata fueron mejores en una primera parte que los de Conte se pasaron casi dormitando.
Los visitantes rozaron el 0-1 varias veces y lo lograron a instantes del descanso, con el propio Zaza que finalizó una jugada colectiva recibiendo un taconazo de Meité. El golpe no despertó al Inter, que comenzó la reanudación con un ritmo parecido y encajó también el 0-2. El árbitro, tras haber revisado las imágenes del VAR, concedió un penalti por una patada de Young a Singo, y Ansaldi no falló desde los once metros.
El 0-2, que habría llevado a consecuencias imprevisibles para los nerazzurri, aguantó solo dos minutos en el marcador. En el 64', tras un disparo de Lukaku al larguero, Alexis fue muy listo para aprovechar el rechace y recortó distancias. El chileno fue protagonista también poco después, cuando con un centro raso encontró solo delante de la portería al belga, que puso las tablas.
El Torino desapareció del campo, y en el 84' la remontada se completó gracias a otro penalti y otra intervención del VAR, por una entrada de Nkoulou sobre Achraf. Lukaku, con la pena máxima, sumó su noveno gol en nueve partidos de este curso, y en el descuento el punta también asistió a Lautaro, que firmó el tanto de la sentencia tras un contragolpe. Conte, al llegar, dijo que la etiqueta de equipo históricamente loco del Inter no le gustaba. De momento, no ha conseguido sacarla.