Jovic es otro con Serbia
El delantero del Real Madrid da la asistencia del gol de su selección y roza el tanto que pudo dar la victoria a los balcánicos. Szoboszlai jugó unos buenos 77 minutos con Hungría.
Ver a Jovic anoche incitaba a frotarse los ojos recurrentemente. Era un delantero distinto del que luce el 18 a la espalda en el Madrid. Se muestra efervescente en el área, participa activamente del juego de su equipo en amplias parcelas del campo y es una pieza comprometida en labores ofensivas. Hasta luce un rostro sonriente al conversar con los árbitros. El gol se le resistió en Budapest, pero se apuntó una asistencia con la testa en el gol con el que Radonjic, que entró como un rayo desde la izquierda, abrió el marcador.
El juego de la selección magiar, un equipo con pocos internacionales en la primera línea del fútbol europeo, pasaba en la primera parte por Szoboszlai, fuese cual fuese la circunstancia. La ejecución del balón parado es su monopolio. El del Salzburgo a punto estuvo de sorprender a Maksimovic en un libre directo por la parte interior de la barrera que se envenenó buscando la cepa del primer palo. Reaccionó a tiempo el portero del Eibar, que sin embargo no pudo evitar el gol del empate. Kalmar tiró una pared con Nikolic que pilló a la defensa serbia con la guardia bajada y el primero definió ante la salida del meta. Los cambios, que dotaron a Hungría de un mayor juego combinativo, y la menor intensidad de la segunda parte diluyeron la presencia de Szoboszlai tras el descanso y fue sustituido en el 78'. Poco antes, como guinda, dejó un exquisito centro con el exterior al segundo palo.
Minutos finales que quedaron para centrar la atención en Jovic, que a punto estuvo de dar el triunfo a los suyos en un par de claras ocasiones. Primero, un disparo a la media vuelta en el área se le marchó desviado a un palmo del palo derecho de Dmitrovic y luego tuvo una segunda en un desmarque de delantero centro nato, pero, asistido por Milinkovic-Savic, su toque de primeras con la puntera fue insuficiente para batir a un Dibusz bien colocado.