Italia ha vuelto: jugará la Final a Cuatro en casa
Los azzurri batieron sin apuros a Bosnia gracias a un tanto de Belotti y otro de Berardi. Suman 22 partidos sin perder, mejor racha desde 2006.
Con un rival mermado por el covid (faltaban Dzeko, Sehic y Hodzic), la Azzurra no tardó mucho en tomar las riendas. Belotti, titular en el centro de la delantera, desperdició dos ocasiones para el posible 1-0 (con un remate cruzado y un cabezazo tirándose en plancha, ambos fuera), pero a la tercera llegó la vencida.
Insigne, ya autor de una bonita asistencia ante Polonia, repitió con un
perfecto centro en busca del punta, que abrió la lata al primer toque.
Después del tanto hubo una reacción de los locales, que con un disparo
de Prevljak y un cabezazo de Sanicanin tuvieron el empate cerca. Los
italianos respondieron con otra bonita jugada de Insigne, que con un
gran control se presentó solo ante Piric, pero su típica rosca golpeó la
cepa del poste y terminó fuera.
La reanudación tuvo un guión parecido. Bosnia volvió a rozar el 1-1 con Sanicanin, tras un centro de Pjanic, pero luego Italia empezó a subir el ritmo en busca de la sentencia. La encontró, merecidamente, en el 68', con una jugada ‘made in Sassuolo’. Una preciosa vaselina de Locatelli, mediocampista de 22 años que no para de crecer, puso a Berardi solo delante del guardameta rival, al que batió con la zurda.
Los de Bajevic, colistas de la liguilla, terminaron el partido con diez
por la lesión de Sanicanin, que llegó cuando ya se habían agotado los
cambios. Antes del pitido final Bernardeschi golpeó el larguero, pero no
hacía falta el 0-3 para que se desatara la fiesta azzurra. La alegría de hoy cancela las lágrimas de 2017: Italia ha vuelto.