Estados Unidos y Taiwán impulsan una alternativa para la “Iniciativa de la Franja y la Ruta” de China
El objetivo de la alianza es lograr financiamiento para infraestructura de forma más transparente que la propuesta por Beijing
“Taiwán y Estados Unidos están trabajando en un plan para financiar proyectos de infraestructura y energía en Asia y América Latina, utilizando capital del sector privado para garantizar una mayor transparencia”, expresó el miércoles el ministro Su Jain-rong en una entrevista en Taipei. Además, añadió que espera ver que los primeros proyectos comiencen en uno o dos años
El plan, que comenzó con la firma de un acuerdo entre Estados Unidos y Taiwán en el mes de septiembre, tiene como objetivo recaudar fondos a través de bonos destinados a bancos, aseguradoras y otros capitales privados taiwaneses. Es una oportunidad tanto para Washington como para Taipei de contrarrestar la ola de inversiones en infraestructura por parte de China en medio de preocupaciones sobre el compromiso de Beijing con proyectos internacionales y con el empeoramiento de las finanzas entre los países en desarrollo.
La “Iniciativa de la Franja y la Ruta” que promueve el gigante asiático, en efecto, depende en gran medida de los préstamos de Beijing a los gobiernos y, por lo general, involucra a empresas estatales chinas. El plan de Taiwán y EEUU, por el contrario, “enfatiza fuertemente la participación del sector privado, al mismo tiempo que destaca que los fondos deben obtenerse a través del mercado, lo que lo hace altamente transparente”, agregó Su.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, instó en el mes de mayo a los países del G20 a garantizar una mayor transparencia en los contratos de deuda pública, argumentando que se trata de la única forma de “equilibrar los intereses de la gente con los intereses de quienes firman los contratos de deuda e inversión”.
Los préstamos para infraestructura de Taiwán están destinados a ser más transparentes mediante la mayor divulgación de información, como los montos recaudados, los rendimientos y el uso previsto, como parte del proceso de venta de bonos.
Taiwán es la última incorporación a una lista en expansión de socios de Estados Unidos para la inversión en infraestructura en terceros países. Otros dieciséis países han llegado a acuerdos similares con Washington, según Su, en virtud de los cuales empresas de esos países trabajan con la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos en el financiamiento de proyectos de infraestructura. Japón, Corea del Sur y Australia anunciaron su asociación con EEUU en el año 2018.
Proyectos por un valor cercano a los USD 575 mil millones han sido construidos o están en construcción como parte de la “Iniciativa de la Franja y la Ruta” de China, según una estimación del Banco Mundial hecha el año pasado. Por su parte, Estados Unidos estima que invertirá un total de USD 75 mil millones en países en desarrollo para el 2025 a través de la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo y por medio de capitales privados. El ministro Su no aclaró cuánto estima que contribuirán los inversores taiwaneses.
Un beneficio importante del marco financiero para Taiwán radica en ofrecer a sus aseguradoras, con gran liquidez, la oportunidad de encontrar mayores rendimientos de los que normalmente están disponibles en su país, respaldados por el apoyo político de los Estados Unidos.
La administración del presidente Donald Trump ha hecho del respaldo a Taiwán un pilar clave de los esfuerzos de la Casa Blanca para contrarrestar la influencia de China en Asia y, de acuerdo con Su, esa colaboración financiera no cambiará demasiado cuando Joe Biden asuma el cargo en enero. Lo atribuyó a valores compartidos y a un fuerte apoyo bipartidista a Taiwán en Washington.
“Después de que asuma el cargo, Biden debería mantener el marco básico” del plan, dijo Su. “Es poco probable que haya un cambio radical”, añadió.
Optimismo económico
Taiwán se encuentra en una posición privilegiada en la creciente batalla por el dominio global entre Estados Unidos y China, con exportaciones a las dos economías más grandes del mundo que vienen en aumento durante el año pasado. Es probable que las exportaciones de Taiwán a Estados Unidos continúen con su fuerte crecimiento y mientras no se vislumbre el fin de la guerra comercial, dijo Su. La economía de Taiwán también debería continuar beneficiándose de las empresas taiwanesas que traen inversiones desde China, agregó.
La economía de Taiwán creció un 3,9% respecto al año anterior en el tercer trimestre, según mostraron los datos del gobierno el viernes. El gobierno elevó su pronóstico oficial del PIB para todo el año a 2.5% desde 1.6%, citando un aumento en las exportaciones. “El crecimiento económico de este año va a superar lo que esperábamos”, dijo Su, sin dar más detalles.