El Reino Unido prohibirá a las compañías de telecomunicaciones instalar equipos de 5G de Huawei a partir de septiembre de 2021
El secretario Digital, de Cultura y deportes de la administración de Boris Johnson, Oliver Dowden, presentó una hoja de ruta para remover “vendedores de alto riesgo” de cara a la presentación de una ley de seguridad para las telecomunicaciones. El anuncio sigue a otras restricciones ya anunciadas por el gobierno
La decisión fue comunicada por el secretario Digital, de Cultura y Deportes de la administración de Boris Johnson, Oliver Dowden, quien presentó una hoja de ruta para “remover vendedores de alto riesgo” de cara a a presentación de una ley de seguridad para este tipo de empresas.
La iniciativa, que será presentada por el partido conservador, le otorgaría al gobierno la potestad de determinar el origen del equipamiento que podrán usar al considerar el asunto como uno de seguridad nacional.
Las únicas excepciones serán para aquellos que deban mantener equipos de Huawei instalados previo a la fecha límite. “Estoy presentando un camino claro para la remoción completa de vendedores de alto riesgo de nuestras redes de 5G”, expresó Dowden.
Y agregó: “Esto se hará a través del otorgamiento de poderes nuevos y sin precedentes para identificar y prohibir equipos de telecomunicaciones que representan un riesgo a nuestra seguridad nacional. También estamos publicando una nueva estrategia para asegurarnos de que nunca más dependeremos de un puñado de compañías para garantizar el funcionamiento de nuestras redes”.
Esta es la última de las distintas limitaciones de similar naturaleza impuestas por el Reino Unido. En un lapso de 4 días en julio de este año, anunció también que retiraría a todos los equipos de Huawei de su red 5G en un plazo de cinco años, y que anulaba una decisión de enero que la limitaba a una participación del 35 por ciento y autorizaba a acceder a partes no estratégicas de la red al considerar que suponía un riesgo “controlable” para la seguridad nacional.
No obstante, luego indicó que una serie de sanciones de Estados Unidos contra la compañía habían generado “muy serios riesgos” a la seguridad en el uso de sus equipos, ya que Huawei no podía desde entonces acceder a ciertas tecnologías del país norteamericano.
De esta manera, los operadores de telecomunicaciones dependerán mayormente de Nokia y Ericsson, empresas nórdicas que ya han obtenido grandes contratos a raíz de la prohibición de Huawei.
Para ayudar a reducir esa dependencia, el Gobierno iniciará un Laboratorio de Telecomunicaciones en 2022 para investigar la seguridad y aumentar la compatibilidad entre proveedores, y financiará pruebas con posibles competidores como con la japonesa NEC o la coreana Samsung para facilitar la entrada de competidores al mercado.
La decisión se enmarca en un contexto geopolítico donde Estados Unidos ha liderado un esfuerzo por excluir a Huawei de las redes globales, fundamentado en la relación de la empresa con el régimen chino, algo que esta niega.
Sin embargo, numerosos países han seguido el mismo camino, entre ellos Canadá, Brasil, Suecia, Australia, Nueva Zelanda y Japón, mientras que otros como Alemania e India insinuaron que también lo harán. Italia y Noruega cancelaron contratos con la compañía china y eligieron otras.
Los hechos han tensado las relaciones entre Londres en Beijing, países que ya han chocado también por asuntos como la ley de Seguridad china que socava la autonomía de Hong Kong y por la cual el Reino Unido ha ofrecido un camino a la ciudadanía a millones de habitantes de la isla.
El embajador de China en el Reino Unido, Liu Xiaoming, advirtió en julio que expulsar a Huawei enviaría una “muy mala señal” a otras empresas chinas.