El Atlético no encuentra el gol ante el Lokomotiv y se frustra
Se complica el pase a octavos. Fue de más a menos, no materializó sus ocasiones y el equipo ruso se marchó del Wanda Metropolitano con el puntito que buscaba.
No se anduvo el Cholo con contemplaciones a la hora de afrontar el encuentro, pues el once fue el mismo que jugó ante el Barcelona, excepto Lodi, quien entró por Hermoso. Y el patrón del choque fue idéntico al de hace unas semanas en Moscú. El Lokomotiv se encerró en su área desde el primer minuto a la espera de alguna acción milagrosa en ataque. El Atlético pudo haber dejado resultado el partido en doce minutos, con las ocasiones de João Félix y Marcos Llorente, por partida doble. Guilherme ya se había convertido en el mejor del conjunto ruso casi al poco de iniciarse el choque. El gol parecía cuestión de tiempo, aunque no llegó. Los rojiblancos abrieron el juego por la derecha, por donde entraron Trippier y Llorente y por la izquierda, con Lodi y Carrasco. Intentaron penetrar por el centro a base de paredes, pero los defensas del Lokomotiv lograron en última instancia alejar el peligro.
El Atlético tocó, sus jugadores se gustaron, pero no entró la pelota. Es cierto que en los últimos minutos del primer tiempo la presión rojiblanca ya no fue la misma y el Lokomotiv se estiró un poco. Pero Oblak fue un espectador más. Quizá el equipo madrileño sí echó en falta un delantero centro puro. Fuera de combate Luis Súarez y Diego Costa, los centros laterales buscaban a João Félix, quien por milímetros no llegó al centro en alguna ocasión. Pero el portugués no es un delantero de área y se mueve mejor cuando tiene un delantero que fije la defensa rival. El Lokomotiv no se acercó a Oblak, pero llegó al descanso vivo al partido. Es decir, algo parecido al encuentro jugado en tierras rusas.
El rival rojiblanco presionó más arriba tras el descanso. No inquietó, pero sí se atrevió a abandonar su campo y a disparar un par de veces a portería. A diferencia del primer periodo el choque entró en una fase anodina, con un juego insulso, sin velocidad, sin chispa... Un partido que le convenía al Lokomotiv, yan sin agobios, sin sentir que cada ataque del Atlético podía acabar en gol. En esos minutos el conjunto ruso pareció más fresco que el conjunto de Simeone.
A la hora de partido el Cholo decidió cambiar la dinámica del mismo. Se marcharon Llorente, enfadado tras la sustitución, y Lodi. El brasileño no es el mismo que el de la pasada temporada, no transmite las sensaciones de hace unos meses. A estas alturas de la temporada Hermoso está por encima. El Atlético tenía media hora por delante para marcar, para darle un ritmo diferente al choque y para meter de nuevo a su rival en su campo.
Marcó Koke en su partido centenario con el Atlético en Europa, pero el VAR anuló el tanto por fuera de juego. Hubiese sido bonito que el capitán celebrara un gol en ese partido tan especial para él. Lemar fue el que tomó el mando de las operaciones y el Atlético lo intentó a través de Carrasco, cambiando en la recta final para dar entrada a Camello, el delantero del filial. El equipo ruso supo sufrir, aguantar, apretar los dientes atrás y el Atlético no fue ni rastro del de la primera media hora de encuentro, aunque volvió a embotellar al Lokomotiv. La tuvo Giménez en un saque de esquina pero el balón se marchó fuera rozando el palo. El Atlético no aprovechó sus ocasiones cuando dominó y lo acabó lamentando.