Dura caída de Racing en casa anye Atlético Tucumán

Un Atlético con suplentes le hizo cuatro a Racing y pudieron ser más. El debut en el torneo local del equipo de Beccacece fue negro y trae preocupación a la espera de Flamengo, por la Libertadores.

Olé

Los anchos bravos se terminaron convirtiendo en cuatro de copas. El reloj marcó la medianoche racinguista y el equipo de Beccacece se convirtió en zapallo. Del segundo de grupo al que no quería enfrentar nadie en los octavos de final de la Copa Libertadores a un equipo que mostró muchos de los defectos que viene mostrando pero que esta vez tuvo enfrente a uno que no se los perdonó. El Atlético suplente del Ruso Zielinski fue mucho más que Alianza Lima, Estudiantes de Mérida y hasta Nacional de Montevideo. No hay que con qué darle a la dureza de los argentinos. En el primer cruce post pandemia con uno de ellos, la Academia fue un equipo endeble.


La falta de gol es constante en este Racing. Durante el primer tiempo tuvo más del 70% de posesión de balón y se fue al descanso perdiendo 2-0. El Decano, en tres llegadas, le había metido dos. Imperdonable para un equipo que pretende ser protagonista en América y pelearle al Flamengo. Ya le había pasado con los venezolanos, en un 2-1 que le prohibió ser líder de su grupo. Distracciones defensivas en pelotas paradas costaron goles, esta vez el 1-0. Un equipo lento, carente de pases filtrados y cambio de ritmo, apenas encontró frescura en Lisandro López. Sí, un tipo de 37 años fue el bálsamo de agua fresca de un equipo que tiene la pelota pero no define.

Al minuto, al capitán le habían anulado bien un gol. Después, Melgarejo se perdió dos clarísimos. Licha, ya en el segundo tiempo, falló otro mano a mano después de meter un cabezazo de gol que obligó a volar al bueno de Marchiori. Racing no tiene gol. Lisandro hace 17 partidos que no la mete y los volantes, de buen pie, no se codean con el grito sagrado. Así es difícil. Tanto Milito como Beccacece han reconocido este gran déficit, pero pasan las semanas de trabajo y el problema no se soluciona. Las lesiones de Reniero y Cvitanich, que no estuvieron disponibles, son un consuelo a medias, porque el problema no es nuevo. Esta vez, el gol, para el 1-3 pasajero, fue uno de esos que se hacen cada 100 intentos: un remate al ángulo de Mauricio Martínez. 

Atlético lo ganó bien y con poco. No brilló ni mucho menos, pero fue contundente e inteligente. Esperó a Racing con dos líneas de cuatro y aprovechó espacios con adversarios lentos. Díaz, Mena, Sigali y Rojas, cuatro de los de más jerarquía, parecieron jugar en cámara lenta. Fue un cachetazo en el debut local para Beccacece. También una cura de humildad que puede servir. El DT, en la previa, había sacado chapa por obtener 15 de 18 puntos en la Libertadores y dando a entender que el trabajo estaba hecho y logrado. Falso. Los rivales de la Academia, tres escalones por debajo, evidenciaron lo que este domingo terminó de desnudarse. Y Flamengo, así, se puede hacer un festín...


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