Octavo gol del portugués esta temporada, el
cuarto en sus cuatro primeros partidos de liga en Anfield. Evans marcó
en propia puerta y Firmino sentenció.
Que el Liverpool apostara por Jota en el último verano se entiende todavía mejor ahora. Ya no parecen caros los más de 35 millones que pagaron al Wolverhampton.
Se mueve bien en corto, es intenso en su presión, genera los espacios
que demandan los 'reds' y, en última instancia, también es capaz de
aprovecharlos. Así es como marcó su gol contra el Leicester, el
2-0, rompiendo hacia el área y rematando de cabeza un maravilloso centro
de Robertson. Minutos antes, el gol se lo había metido Evans en propia puerta y en el segundo tiempo Firmino sentenció.
El Leicester comenzó la jornada como líder de la Premier League pero en Anfield no tuvo oportunidades de mostrar sus fortalezas, con Vardy en punta y tres centrales. Klopp hizo malabares para idear su once titular entre tantas bajas. Por ejemplo, Milner ocupó la posición de lateral derecho y en el centro del campo fue titular el canterano Curtis Jones. La pareja de centrales, formada por Matip y Fabinho, ya recuperado de su lesión y ya de por sí reconvertido a la zaga, no como mediocentro, fue la sexta distinta que utiliza el Liverpool esta temporada.
Van Dijk, Alexander-Arnold, Henderson, Joe Gomez, Thiago, Oxlade o Salah no estaban disponibles,
mientras que Naby Keita sufrió un problema muscular en la segunda
mitad, aumentando la lista de ausencias. Muchos problemas, pero también
muchos puntos para el Liverpool, que es colíder con 20 junto al Tottenham y ya aventajan en ocho a un rival directo como el Manchester City.