De Jong-Pjanic, la prueba del algodón en el Wanda
El doble pivote presuntamente titular sólo lo había sido en Champions hasta ahora. Con los dos a la vez en el campo, el Barça acumula un parcial de 7-1 esta temporada.
El caso es que con la pareja Pjanic-De Jong, el Barça tiene buenos números. Con los dos en el campo, el parcial es de 7-1 (en goles) favorable. Y con ellos dos, el Barça jugó el mejor partido de la temporada en Turín. Allí se agigantó Pjanic, jugador que le da cosas nuevas al equipo porque mezcla más el juego en corto y largo. Tiene golpeo desde fuera del área y siempre lo intenta; y el balón tarda menos en llegar a según qué zonas en comparación al estilo de Busquets-De Jong, con un juego mucho más corto. Eso sí, el bosnio es algo menos fiable en el porcentaje de pase porque arriesga más y ha tenido algunas pérdidas peligrosas que han penalizado al equipo. Ante el Ferencvaros, un error de concentración suyo dio origen a la acción del penalti y la expulsión de Piqué. Ante la Juventus, un balón horizontal con mucho riesgo también puso en apuros al equipo con 0-0. Pero el fútbol del Barça con el bosnio está siendo más versátil.
En el Wanda, De Jong y Pjanic van a tener un duro test. Primero, a nivel físico. Los dos llegan de jugarlo prácticamente todo con Holanda y Bosnia respectivamente. Y luego, deberán manejarse con un equipo que muerde como el Atlético y que tiene a Koke en estado de gracia. Eso sí, el perfil de la medular rojiblanca será distinto por las ausencias de Herrera y Torreira. La baja de Busquets obliga a Koeman, al fin, a dar la alternativa, a este centro del campo que aparecía en todas las guías de LaLiga como titular pero que ha sumado apenas ratitos en la competición doméstica.