Bryan pone a Pellegrini cerca del precipicio

El extremo, cedido por el Sevilla en el Eibar, lidera a los armeros, mucho mejores que un Betis desquiciado e impotente. Joel falló y luego evitó otra goleada.

José A. Espina
As
El Betis y Pellegrini se asoman al precipicio. Los verdiblancos, que con los dos que le hizo Eibar han encajado 23 goles en 11 encuentros, perdieron su quinto partido de los últimos seis y queda apenas a dos puntos de los puestos de descenso a Segunda, y todo a pesar de haber jugado más que nadie en esta Liga Frankenstein a la que ha obligado el calendario por la pandemia. Respira un Eibar nómada, que liderado otra vez este lunes por el sevillista Bryan Gil ha sumado 10 de sus 13 puntos lejos de Ipurua. Va a tener que construirse otro estadio.

Vaya tostón de primera parte que salió, de esas sobre las que no importa grabar una comunión o un bautizo. Tello había estrellado en Dmitrovic el mejor o más bien el único acercamiento reseñable del Betis al área eibarresa y los armeros, que sí rondaban más a Joel gracias a las ganas de de un muy activo Bryan, amagaron con hacerse el hara-kiri. El barbateño remató a gol y cuando la pelota se colaba, Inui decidió remacharla. El VAR comprobó, porca miseria, el japonés se encontraba en fuera de juego.

Algún guasa soltó en la redes, pues el nipón militó varios meses sin suerte en Heliópolis, que había sido "la mejor jugada de Inui desde que fichó por el Betis". Mendilibar se desesperaba y el partido se marchó a los vestuarios sin mucho más que destacar. No tuvieron que lamentarse mucho más Inui ni su entrenador porque a poco de comenzar la segunda mitad, su compatriota Muto ponía al Eibar en la senda de la victoria con el primer gol en más de un año. 385 días hacía concretamente que no marcaba el ariete nipón (50').

Para el gol de Muto había prolongado el balón en un córner Esteban Burgos, que a pesar de ser central tiene mucho que decir en el todavía raquítico marcador armero esta temporada. El propio Burgos fue el encargado de transformar, apenas tres minutos después, un tontísimo penalti de Joel Robles a Correa.

Se redimió en la recta final el portero madrileño, que sustituía al de nuevo lesionado Claudio Bravo. Los cambios no despertaron al Betis, era el Eibar el que seguía mereciendo marcar más. Joel hizo dos grandes paradas a, cómo no, Bryan y Burgos, y luego consiguió detener el primer penalti profesional de su carrera a Sergi Enrich. Joel evitó el que hubiera sido un sonrojo aún más evidente para un Betis que se desangra otra temporada más sobre un torrente de mediocridad. Y que sólo sea eso.


Mendilibar: "No les hemos dejado jugar"

El entrenador del Eibar, José Luis Mendilibar, definió la victoria de su equipo (0-2) en el campo del Betis como "un partido muy completo" en el que "salvo alguna ocasión al comienzo", el conjunto guipuzcoano no ha "dejado jugar" a los sevillanos y ha "hecho mucho daño en campo contrario".

"Nos estaba faltando creer en lo que podemos hacer. Dije a mis jugadores antes del partido que había que estar convencido de nuestras posibilidades, que había que creer, y lo han hecho, porque durante todo el partido hemos querido estar cerca de su portería", añadió Mendilibar. El técnico vasco, que ha obtenido todas sus victorias ligueras fuera de Ipurua, opinó al respecto que "en casa, el rival espera y está faltando continuidad, cuesta más tener oportunidades de gol pero fuera, el rival lo hace todo y puedes jugar más a la contra".

El preparador del conjunto eibarrés asumió que "ganar da tranquilidad, pero hay que estar pendiente ya del siguiente partido que también es el lunes -en casa ante el Valencia-" porque, "una victoria no ayuda a ganar otro partido".

Mendilibar contó que el delantero japonés Takashi Inui, exbético al que le fue anulado un gol en la primera parte, "se ha llevado todo el partido perdiendo perdón" por tocar un remate de su compañero Bryan Gil que ya entraba, e indicó que aunque "defiende muy bien, de cara al gol tiene que tener más acertado". -EFE


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