Banfield venció a Central y es líder de su grupo

Figura de la cancha, Mauricio Cuero liquidó el partido tras una corrida y buena definición. Luego de arrancar 1-0 abajo, Banfield le ganó 4-2 a Central, tiene puntaje ideal y es el que más goles hizo.

Olé

No es casualidad lo de Banfield. No parece, al menos, una primaverita. Que haya ganado los tres partidos que jugó en esta Copa de la Liga Profesional es el resultante de su buen trabajo. De un equipo serio al que se lo ve convencido, seguro de sus recursos, dispuesto a no desaprovechar oportunidad alguna que se le presente para soltar una mano fuerte. O varias, como en Arroyito.


Y demostró carácter, también. Arrancó abajo, pero no flaqueó de la cabeza. Fue a buscar la recompensa que encontró y revirtió la historia. Fue contundente adelante y, además, en tiempo de ventaja exigua en el marcador, supo defender cuando Central apretaba el acelerador, sin ideas. Y el Taladro se llevó en el bolso lleno de goles, con otra victoria que lo mantiene en lo más alto de la Zona 3, Su puntaje es ideal, tiene la chapa de equipo que más tantos marcó en lo que va del torneo (ocho) y disfruta de un Mauricio Cuero definitivamente intratable.

Banfield se lo fue devorando al Canalla. Y se lo deglutió. El cuadro de Sanguinetti no perdona las debilidades ajenas y a lo que genera le saca el jugo. Con los ojos bien abiertos, lanza el tarascón en momentos clave, como el que dio sobre el filo del primer tiempo. Y tuvo, de nuevo como ante Godoy Cruz, a un jugador determinante que no necesita participar tanto del juego para hacer daño. Incluso, ni acertar siempre. Primero, en una acción de desequilibrio, bien desde su sello, Cuero se mandó un jugadón por derecha y envió el centro de la igualdad parcial (cabezazo de Fontana). Luego, con espacios, se hizo un festín que incluyó su gol.

Si bien los dos llegaban con facilidad hasta tres cuartos de cancha, lo de Central era más forzado. No le alcanzaba con la buena tarde de Vecchio, de prolija distribución y autor del 1-0 transitorio que quedó lejísimo... Requería más toques el Canalla. Y sin ser lo certero que sí era el cuadro de Sanguinetti, que procuraba ser profundo por los costados y lastimar por adentro con pases verticales.

Ya con terreno abierto en la parte final, el partido estuvo a pedido de Banfield. A ello le agregó una alta dosis de eficacia y hasta casi aumentó el marcador. Y el mérito también radicó en la solidaridad de un equipo que, cuando debió combatir, frustró varios de los intentos de Central. Una vez que convirtió el tercer gol, los rosarinos cayeron en la impotencia y esa desesperación favoreció al visitante.

Hubo tiempo para el golazo de Rinaudo en una salida de tiro libre, aunque no le alcanzó a Rosario Central.

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