Un pinchazo de impotencia
Segundo tropiezo consecutivo del Barça antes del Clásico, que no aprovecha la derrota del Madrid. Jaime Mata marcó un penalti cometido por De Jong.
Koeman se movió en el Coliseum e introdujo un par de variantes, además de la obligada entrada de Sergiño Dest como titular, en el equipo que había resultado inamovible desde el inicio de la competición. Le dio el holandés la enésima oportunidad a Dembélé para dar descanso a Ansu Fati y colocó a Pedri en la media punta en lugar de Coutinho mientras que Griezmann salía como nueve y Messi partía de la banda derecha. La primera decisión salió mal, la segunda bien con matices.
Y eso que a la media hora de partido lo tuvo a huevo para reivindicarse. Un contragolpe perfectamente conducido entre Messi y Pedri acabó con una asistencia del canario que dejó solo al francés ante Soria. Su disparo se fue a las nubes en una de esas ocasiones que cuando las falla, ponen a Koeman de los nervios. En la segunda parte lo envió a la grada.
Antes, Messi había disparado al palo tras una jugada de Pedri con Dest en la otra jugada que marcó un primer tiempo muy disputado y trabado. El Barça compitió de entrada ante un Getafe que hizo de Getafe con un Cucurella a máximas revoluciones y que basaba en las ocasiones creadas tras robar el balón al Barça en la salida. Maksimovic y Mata amenazaron a un Neto que mantiene su buen inicio de temporada.
El partido acabó la primera parte equilibrado en la intensidad y en las ocasiones a la espera de que alguien se equivocara y el primero en meter la pata fue De Jong, que a los cinco minutos de la reanudación cometió un penalti absurdo e infantil a Djené al arrollarle en la disputa de una pelota sin peligro aparente. Un fallo propio de un infantil. Mata, con la solvencia habitual anotó el primer gol y puso el partido en el escenario ideal para el equipo de Bordalás.
Para cambiarlo, Koeman dio entrada a Ansu y Coutinho por Dembélé y Pedri regresando así a su dibujo más habitual, pero nada cambió. El Barça había perdido pie y el Getafe se encontraba en su salsa tratando de dormir un partido ante un rival aún más dormido.
En un último intento de despertar a los suyos entraron Braithwaite y Trincao por Griezmann y De Jong para jugar a la desesperada y ya en el tramo final Riqui Puig por Sergi Roberto para cerrar con tres.
El Barça ya iba a por el todo o nada cerrando con tres y el Getafe tuvo la opción de matar el partido en dos contras de Cucho, una fue al larguero y la otra alta que impidieron que el Barça se llevara un castigo más duro.