"Red Bull buscará a Mercedes y AlphaTauri puede volver a Renault"

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La noticia del adiós de Honda ha sacudido hoy a la F1, en lo que parece una estrategia que la marca japonesa llevaba meses preparando. Ya el año pasado, cuando renovaron sólo por un año, el responsable de la marca, Toyoharu Tanabe, afirmó que irían revisando su participación "año a año", aunque su decisión de estar en el primer año del nuevo reglamento, con los nuevos chasis de efecto suelo, hacía pensar en la continuidad. Eso sucedió el 27 de noviembre de 2019.


Todo ha variado en 2020, con la llegada de la pandemia y el aplazamiento de los nuevos coches a 2022, un cambio de panorama que ha abierto una puerta de salida a Honda (aunque ya lo venían pergeñando en Japón), que dejará de invertir unos 250 millones de euros al año en la F1, lo correspondiente al desarrollo y logística, además de los 100 millones extra en publicidad que aportaba a los equipos de Red Bull.

La tercera espantada en la F1

"En 2050 queremos que todos los coches sean eléctricos o de hidrógeno y que la huella de carbono de Honda sea cero, Este será un desafío tan duro y difícil como competir en la F1, y será un gran desafío que Honda deberá asumir junto con la sociedad", argumentan desde la sede de Tokio. El coste de la F1 no ha sido asumible pese a las dos victorias de este año (cinco en dos años), con Gasly y Verstappen, y dan la tercera espantada en la F1 junto con las de McLaren (1992) y la de BAR Honda (2008).

Red Bull y Renault, agua y aceite

A Red Bull se le impone ahora la misión de buscar motorizador para 2022, justo para el coche del cambio de normativa y además deberá hacerlo a toda prisa, pues se trata de un monoplaza que ya se está diseñando en el cuartel general del Milton Keynes. Lo más probable es que Helmut Marko y Christian Horner traten de llegar a un acuerdo con Mercedes AMG F1, una división que tiene interés en ser sólo suministrador de muchos equipos de la F1 y que podría no tener equipo como tal (si finalmente es vendido a Ineos o cualquier otra marca), con lo que pasaría a ser una escuadra privada (y no de fábrica) en manos de Toto Wolff.

Renault es la otra opción, sobre todo porque se queda con un sólo equipo, Alpine F1 a partir de 2021, pues McLaren tendrá ya sus unidades de Mercedes para el próximo curso. Pero las malas y desagradables forma con las que Red Bull y la firma francesa 'partieron las peras' a finales de 2018, no hace pensar en que Marko vaya a implorar a Cyril Abiteboul el reinicio de la relación ni que el galo vaya a atenderle. Las quejas y las críticas de los dirigentes y pilotos de la escudería austriaca fueron feroces y continuas, algo que se prolongó hasta hace pocos meses. Aquellos tuits de mofa hacia Renault cada vez que ganaban alguna carrera con Honda, tampoco se habrán olvidado ni en Viry, ni en París, después de haber ganado con ellos sus cuatro títulos de campeón con Vettel.

Además el nuevo CEO de Renault, Luca de Meo, tiene en mente tener de nuevo un equipo ganador con el regreso de Fernando Alonso, algo que no cuadra bien con darle motores a un equipo que te puede batir en pista con un chasis siempre eficiente. Otra cosa es que aceptaran venderle sus unidades al filial de la compañía, AlphaTauri, que también trabajó con Renault hasta 2018 y que en principio no sería un rival directo en pista. Un equipo B y la posibilidad de promocionar a sus pilotos no sería un mal acuerdo para Renault, pero no pasarían de ahí.


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