¿Por qué tanta duda, Beccacece?

Con esta pobreza de ideas no podés pretender salvarte de los cucos de la Copa: te los merecés. ¡Tardamos mucho en hacer los cambios!

Olé

Había un príncipe de Dinamarca que se preguntaba si “ser o no ser”. Nosotros, con nuestro Príncipe, no dudamos en preguntarnos, porque sabíamos bien lo que queríamos ser: primeros del grupo. Y para asegurarnos eso había que hacer muchos goles. Justo eso, en lo que estamos tan verdes. La lluvia no es excusa de la pólvora mojada: nos cuesta hacerlos, con el clima que sea. Para hacer goles hace falta juego y ahí el dibujo de BK no rindió. Tenerla no garantiza que aparezca el pase que clarifique la oscuridad. Tuvimos un par claras, sí, pero para ganar el grupo hay que jugar bastante más que en cuentagotas, como la que se devoró Melgarejo y en una noche de rayos el Rayo mandó un penal a lo de los vecinos junto con cien kilos de angustia, rifando la suerte en un primer tiempo mediocre.


Con esta pobreza de ideas no podés pretender salvarte de los cucos de la Copa: te los merecés y más si en la primera que piensa Licha nos abre el partido con pase caviar a Melgarejo y un milagro para Lorenzo y el 1-0, ¡pero cuesta tanto aguantar un resultado! BK tarda dos mil horas en cambiar la esterilidad ofensiva pero puso (tardísimo, ¿por qué tanta duda, BK?) mucho de lo bueno que tenía sentado esperando. Siempre nos cuesta hacer eso que tenemos que hacer y hacer varios goles para nosotros es como escalar el Aconcagua. Pero lo que nos pasó es que no supimos jugarlo, porque lo que no funcionó fue el equipo, más allá del golazo de Rojas.

Que no digan que no ligamos porque dos veces lo tuvimos arriba para acelerar y hacer esos goles, y las desperdiciamos. Ahí es cuando tenemos que dar la talla y no ir con tres 9 a ganarlo cuando faltan cinco... aunque casi hubo otro milagro de Lorenzo... Esta noche de malos rayos y centellas nos hará rezar con los copones, cruzar los dedos y pinchar muñequitos para que nos toque uno de los menos bravos.

Más que rezar, mejorar.

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