Mucho Bayern para este Atlético
Coman, Müller, Tolisso, Lewandowski... demostraron por qué son los favoritos para revalidar el título de Champions. El Atlético, a merced del Bayern.
El Bayern no asustó de salida al Atlético. Más bien fue al contrario, porque el equipo rojiblanco se sintió cómodo en el campo, con Herrera rindiendo a un buen nivel, recibiendo y tocando, abriendo campo y acudiendo a la ayuda. No asustaba el equipo alemán consciente de su potencial y de lo largo que se le podría hacer el partido al Atlético. Hasta el primer gol del Bayern el encuentro estuvo muy igualado. Si el campeón de Europa creaba mucho peligro por la banda izquierda por la calidad de Coman, el Atlético lo hacía por el carril por donde entraba Carrasco. Si Lewandowski incordiaba, también Luis Suárez. Es cierto que el Bayern lanzó al palo a través de Süle, pero también que Carrasco y Suárez tuvieron en sus botas el 0-1. Pero el mejor equipo de Europa lo es por cosas como el primer gol.
Cierto es que el Atlético ya sabía que el Bayern no le iba a regalar nada y que iba a competir cualquier balón. Pocas veces estará el equipo de Simeone dos goles por debajo a lo largo de la temporada y eso supone cambiar la mentalidad del equipo, hacer algo a lo que no estás muy acostumbrado. El Atlético no se atrevió a dar un paso adelante, quizá por el miedo de sentir un tercer gol y con ello una posible goleada. Pudo cambiar el encuentro nada más reanudarse el mismo con el gol anulado a João Félix. Un golito liquidaba el choque o te metía en él.
Y la misma seguridad que muestra el Atlético en muchos de sus partidos la puso de manifiesto el Bayern. Tampoco estuvo con chispa el equipo rojiblanco en acciones puntuales. Si Coman no perdonó en el 1-0, Carrasco sí lo hizo en una gran galopada de João Félix. Cuando pudo rematar con la derecha no se atrevió y perdió una ocasión clara. No lo hizo Tolisso en un excelente golpeo que fue a la escuadra de Oblak. Del posible 2-1 se pasó al 3-0. Tampoco Coman en el cuarto tanto. Marcó como si lo hiciera en un entrenamiento. Lo hizo contra Felipe, un defensor experto, veterano, de los que tampoco regala nada.