Motivos para una crisis en Can Barça
El Clásico y sumar sólo uno de los nueve últimos puntos genera la primeras dudas del curso
MarcaHay un selecto club de equipos en el mundo que están obligados a ganarlo todo. Entidades como el Barcelona, es las que los errores apenas están permitidos y con un par de malos resultados ya se desata una crisis. Los azulgranas se encuentran en un proceso de reconversión. En otro club se denominaría temporada de transición, pero eso en Can Barça no existe. Después de sacar sólo uno de los últimos nueve puntos, la palabra crisis ya empieza a sonar en el mundo culé.
A todo esto hay que añadir el circo constante que se vive en la entidad a nivel extradeportivo. Este lunes, hay una junta que será decisiva para el voto de censura, con el que hay la sensación de que si sale, será difícil que Bartomeu pueda seguir en el cargo. Su dimisión puede estar en el aire.
Estos son todos los motivos que han llevado a los culés a esta primera crisis de la temporada.
No terminan de llegar. Los catalanes empezaron bien la temporada, pero ahora flaquean. Sólo han sacado uno de los últimos nueve puntos, algo que no es costumbre en este club. A pesar de todo, llevan el mismo balance que el curso pasado a esta alturas -dos victorias, un empate y dos derrotas-.
La irregularidad en el juego
Se nota la intención de cambiarle la cara al equipo, de jugar de otra manera, pero el Barça sigue sin afinar su fútbol. Koeman asegura, y probablemente tenga razón, que es una cuestión de tiempo, que en cuanto el equipo acumule horas de juego, mejorará sus prestaciones. Lo ideal sería que mientras ese proceso tiene lugar, se sumase de tres en tres, pero eso no sucede.
El Clásico
Los Clásicos siempre tienen consecuencias. El que lo gana sale reforzado y el que lo pierde, tocado. Está por ver cómo digiere esta derrota el Barça, pero lo cierto es que las dudas ya van apareciendo.
Messi no está fino
Uno de los mejores métodos para tomarle la temperatura al Barcelona es ver cómo está Leo Messi. Cuando el argentino no rinde, el equipo se resiente muchísimo. Puede que sea por la situación que vivió en verano, con su intentona de salir, pero lo cierto es que Leo no está como siempre.
Esperando a Griezmann
La banda derecha del Barça no tiene dueño. Koeman va probando piezas para la posición de extremo diestro, pero nadie termina de dar un golpe sobre la mesa. El origen de todo este problema está en el bajo rendimiento de Antoine Griezmann. Si el francés rindiera en ese puesto, no habría nadie que le discutiera el sitio. Pasan los partidos y, a pesar de la abundancia de recursos para esa posición, no hay un titular fijo.
Convulsión en los despachos
El Barcelona es un club ingobernable desde hace meses. La junta directiva ha perdido el crédito y el divorcio con el equipo es total. Ya no es sólo por la negociación de las rebajas salariales, sino que el socio ve a Bartomeu y los suyos como una junta interina. Existe la sensación de que el voto de censura saldrá sí o sí si se llega a celebrar. Así es difícil gobernar.
La defensa tiembla
El equipo no consigue ser consistente a nivel defensivo. A pesar de las buenas señales en los primeros partidos, empiezan a verse problemas que cuestan partidos. Por ejemplo, los penaltis tontos cometidos por De Jong y Lenglet contra Getafe y Real Madrid.
Problemas con el doble pivote
Hasta ahora, la gran aportación táctica de Koeman al equipo era la implantación del doble pivote, una figura atípica en el estilo Barça. Estaba dando buenos resultados e incluso revitalizando a un Busquets de capa caída. Pasados unos cuantos partidos, surgen las dudas respecto a la indiscutibilidad del canterano. Pjanic calienta.