Libertadores: el peor rival es argentino
Para River y Boca lo mejor sería evitar a Racing. Lo mismo para la Academia. El factor emocional también sale a la cancha y puede achicar otras diferencias.
OléSe escuchó seguido, se va a escuchar en estos días y se escuchará siempre: jugar contra rivales argentinos tiene más contra que pro. Y más si uno de ellos es Racing, River o Boca, desde el lado que uno lo quiera mirar. Una vez satisfechos porque el hecho de ser un compatriota elimina viajes complicados y más riesgosos -aún más en estos tiempos-, a los que siempre se les escapa. Que no aparezca un brasileño complicado o una de esas ciudades con altura.
Pero tanto Boca como River ya saben que en el sorteo hay un equipo que quieren evitar más que a otros y ese es Racing. Y claro, la Academia, con este segundo puesto en el que finalizó, sueña no tener a ninguno de los dos como posible rival en octavos.
Porque en definitiva, hay un condimento que puede emparejar situaciones y es el valor emocional que se les suma a estos duelos entre grandes del fútbol argentino. Tan cierto y evidente, como que superar esa instancia también es un impulso potente y ahí se recuerda a River dejando en el camino a Racing e Independiente, por recordar cruces de hace poco tiempo, en 2018. Con la coyuntura dolorosa y compleja de la pandemia, pegando más fuerte por estos lados a nivel falta de entrenamientos y trabajo en conjunto, Boca, River y Racing mostraron solidez a pesar de la inactividad.
Con los matices de cada uno, entraron en este lugar de importancia por jerarquía individual, fortaleza mental, variantes tácticas y un funcionamiento grupal. Ya habían mostrado señales positivas en la reanudación de la Libertadores, pero cerraron la fase, no cambió el concepto y es una señal de buena salud del fútbol de estas tierras. A excepción de Tigre, superaron expectativas. Incluso Defensa, que estuvo ahí de pasar. En definitiva, todos deben estar haciendo cálculos y seguro que nadie querrá jugar contra ellos. Ellos tampoco.