Lewandowski es el dueño del gol

El Bayern, reciente campeón de la Supercopa alemana, recuperó sensaciones en la Bundesliga tras su última derrota contra el Hoffeinheim, con una sufrida victoria sobre el Hertha.

José Carlos Menzel
As
Robert Lewandowski sigue siendo el seguro de vida de un Bayern que, con cada partido que pasa, se hace más humano. Una semana después de salir goleado de Hoffenheim, los bávaros estuvieron a punto de sumar su segundo partido consecutivo en la Bundesliga sin ganar, pero el polaco volvió a resolver la papeleta con cuatro goles que sirvieron para decidir un partido loco ante un valiente Hertha de Berlín a favor de los suyos. El 4-3 final sitúa al Bayern en cuarta posición de la tabla, pero causará mucho dolor de cabeza a un Flick que ve lo que sufre su equipo en defensa.


Siete días después del varapalo sufrido en Hoffenheim, el Bayern volvió a transmitir poca frescura ante el Hertha. Flick decidió tirar de rotación y alineó al joven Richards en el lateral derecho, pero el experimento no le fue del todo bien. Los pupilos de Bruno Labbadia incomodaron a Kimmich y Goretzka en la creación, forzaron alguna que otra pérdida y lanzaron contragolpes por medio de Córdoba y Lukebakio. El colombiano llegó a adelantar a los suyos en una carrera a la espalda de Lucas, pero el colegiado anuló el tanto por fuera de juego.

El único que tiró del carro muniqués fue el de siempre. Después de que el VAR invalidara un tanto de Müller, Lewandowski se echó el equipo a las espaldas y dejó el choque prácticamente decidido en el minuto 50 tras un doblete de puro killer. Eso sí, atrás no pudo ayudar el polaco, donde el Bayern sufre la vida cuando los delanteros atacan los espacios en la espalda de los centrales. No se rindió el Hertha y obtuvo la casi recompensa en un final de partido de pura locura.

Córdoba de cabeza y Cunha, en un mano a mano con Neuer, lograron el merecidísimo empate para los berlineses. Querían más los de la capital, sobre todo teniendo en cuenta que Flick se vio obligado a mover el banquillo por síntomas de cansancio en Lucas, Kimmich y Richards. Pero Lewandowski seguía sobre el verde. Y los que conocen al máximo anotador de la pasada Champions, Bundesliga y Pokal saben que el nueve del Bayern no se cansa nunca. A cinco minutos para el final volvió a aparecer en el área para materializar una gran asistencia de Müller.

Era la sentencia. Pero no. En un acto de rebeldía en el minuto 88, el recién ingresado Ngankam volvió a poner las tablas de cabeza y dejó boquiabiertos a los muniqueses. No daban crédito. El partido se había vuelto completamente imprevisible, pero Lewandowski mantuvo la cabeza fría. Es lo que tiene un jugador que viene de ganar cinco títulos en una temporada. Recibió en el área en el 93, fue derribado por Mittelstädt y lanzó el cuero desde los once metros hacia el fondo de la red. No hay Bayern sin Lewy.


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