LeBron James estuvo "a punto" de abandonar la burbuja de Disney

James se vio al límite durante la gran crisis racial en la que la NBA quiso tener un papel ejemplar y meditó abandonar. Siguió y fue campeón.

Mike Maestre
As
LeBron James ha conseguido su cuarto campeonato de la NBA a nivel colectivo y el cuarto MVP de las Finales a nivel individual, dos trofeos que le colocan en el Olimpo de la liga norteamericana si es que no estaba ya en él. Pero la situación no ha sido fácil en la burbuja, a la que se llegó para proteger a los jugadores del coronavirus y poder disputar la mayor parte de la temporada 2019/20. Un año difícil y con mucha paciencia por parte de los protagonistas, encerrados los que más tres meses en el complejo que la Walt Disney Company tiene en Orlando. 

Hubo jugadores que dudaron si ir o no a la burbuja. En los Lakers, por ejemplo, Avery Bradley tomó esa decisión. Otros, como Dwight Howard, estuvieron a punto. LeBron James fue el miembro que más poder ejerció para que la temporada se reanudase y todos viajaran a Florida para jugar de nuevo al baloncesto, pero todo cambió el 26 de agosto. Los Bucks, con el resto de equipos dándoles su apoyo, se pusieron en huelga en plenos 'playoffs' para revindicar la justicia social. Al Black Lives Matter, promovido masivamente por la NBA tras al asesinato de George Floyd, se unió otro acto policial del que había documento gráfico: un tiroteo a otro hombre negro, Jacob Blake, en Wisconsin. Por segunda vez los jugadores se plantearon el rumbo del baloncesto y LeBron fue uno de los que adoptó una posición contraria a la que había apoyado hasta ahí: estuvo cerca de irse de la burbuja

La periodista Ramona Shelburne (ESPN) cuenta cómo se tomó la estrella de los Lakers ese pulso de los Bucks no a la NBA sino al orden establecido, pidiendo medidas concretas para evitar la brutalidad policial contra la comunidad negra e instando a ésta a hacer un esfuerzo por votar en las próximas elecciones.

"Cuando los Bucks improvisaron una protesta en su partido contra los Magic tras conocer la historia de Jacob Blake, James habló con amigos y consejeros aquella noche. Hasta altas horas. Apoyaba la causa de los Bucks, pero la falta de un planteamiento y la estrategia seguida le frustraron. Los más cercanos a él aseguran que estuvo a punto de irse aquella noche", relata. "Lo que cambió todo fue la llamada que Chris Paul y él hicieron a Barack Obama. Sus palabras fueron claras: sacar algo de ello presionando a la NBA y la sociedad para hacer más", añade. 

Los Lakers y los Clippers, los dos favoritos de la Conferencia Oeste, fueron los más reacios a continuar jugando dada la tensísima situación en las calles de Estados Unidos, no sólo por el coronavirus sino por la lucha racial en la que muchos jugadores ya habían participado antes de encerrarse en Disney World. Finalmente se atemperaron los nervios y uno de esos equipos, Los Angeles Lakers, se ha llevado el triunfo con LeBron, uno de los que pudo darlo por perdido, a la cabeza.


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