Las razones del lío entre Juventus, Nápoles y Serie A

Los azzurri no se presentaron en el estadio y la Vecchia Signora ganará en los despachos, pero se prevé una batalla legal que puede paralizar a la Serie A.

Mirko Calemme
As
Este domingo nos mostró las dos caras del fútbol italiano. Por la mañana y por la tarde, nos divertimos con la enésima goleada del Atalanta (5-2 al Cagliari), el intenso empate entre Lazio e Inter, el 3-0 de un Milán cada vez más sólido ante el Spezia… Por la noche, en cambio, llegó el bochorno. La Juventus, como había avisado el sábado, se presentó puntual en el Allianz Stadium, donde también aparecieron algunos tifosi de los 1000 autorizados. Esperó, con el árbitro, los 45 minutos que pide el reglamento, y se fue a su casa con los tres puntos en el bolsillo. El Nápoles no llegó. Estaba en su casa, preparando un aislamiento que les impedirá a sus futbolistas, Fabián incluido, jugar con las selecciones.

Lo que ha pasado cambiará los equilibrios del Calcio postcuarentena. Los sureños no viajaron porque, tras detectarse tres positivos en su plantilla (tras el partido con el Genoa, cuyos contagiados ahora son 22), la 'ASL', autoridad sanitaria local, bloqueó su viaje a Turín. Ahí nació el cortocircuito. Según la Juventus y la Lega Serie A, el protocolo aprobado por la Federcalcio con el Comité Técnico Científico del Gobierno le permitía al Nápoles viajar y disputar el partido. "Las reglas están claras", dijo el presidente Andrea Agnelli, y la Liga se posicionó recordando, con un comunicado, que también equipos como "Torino, Milán, Genoa y Atalanta" aplicaron el protocolo y disputaron sus partidos con positivos entre sus filas.

El problema es que el propio Comité, sin embargo, por la noche aclaró que "la responsabilidad debe ser de la Autoridad Sanitaria Local". Que el ministro de deportes, Vincenzo Spadafora, afirmó: "La situación de la epidemia se ha complicado y las autoridades sanitarias locales tienen una responsabilidad clara y una precisa acción de supervisión". Y que el ministro de sanidad, Roberto Speranza, ninguneó al deporte rey: "Estamos hablando demasiado de fútbol, que no es la prioridad. La prioridad ahora es la salud".

El partido, básicamente, se juega entre autoridades locales y las del fútbol, mientras el Gobierno pide diálogo. Lo hace porque, en el fondo, según el artículo 117 de la constitución italiana, las regiones tienen un poder autónomo para la protección de la salud pública. El juez deportivo, salvo sorpresas, castigará al Nápoles con la derrota (0-3), pero De Laurentiis promete una larga batalla legal, cuyos resultados son imprevisibles. Varios expertos de derecho afirman que los partenopei acabaran anulando el castigo, pero también que este antecedente amenaza con bloquear definitivamente el campeonato. Hará falta hablarse y volver a escribir muchas normas: la burbuja ha estallado.

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