La UE lo confirma: la propiedad industrial del VAR es de... ¡Galán!

La Oficina de la Propiedad Intelectual ha dado la razón al pre-candidato a la Federación Madrileña después de que Mediapro presentara una oposición.

Alfredo Matilla
As
El VAR da que hablar dentro del terreno de juego (recuerden lo de Cádiz), pero también fuera de él. Y no sólo en la resaca de los partidos de fútbol… Después de año y medio de batalla administrativa, la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea ha dado la razón a Miguel Galán (pre-candidato a la Federación Madrileña y director de la escuela de entrenadores CENAFE) en su pleito con Mediapro por la propiedad industrial de la marca Vídeo-Assistant Referee, ya que la productora presentó una oposición que ha sido desestimada en su totalidad, por lo que deberá pagar todas las costas del proceso. Ante esta resolución aún cabe recurso, pero todo hace indicar que el beneficiado podría explotar su marca registrada durante los diez próximos años.

Galán ha sido noticia en los medios en los últimos años por ser el azote de la RFEF en el Caso Haití, Caso Recre y en la Operación Soule. Ahora está centrado en las próximas elecciones a la Madrileña, donde ya perdió con Paco Díez hace cuatro años y con el que algunas fuentes aseguran que podría pactar para hacer frente común contra Jesús Peramos, el otro pre-candidato. Pero mientras llegan los comicios, Galán parece dispuesto a seguir incomodando a la RFEF. “Mandaré un burofax a la RFEF y a Mediapro para que dejen de utilizar el nombre del VAR, y posteriormente negociaré con la FIFA la venta de la propiedad industrial de la marca", asegura a AS. "Tampoco descarto empezar a comercializar con operadores en otros paÍses la implementación del VAR, ya que también me han concedido la marca en China y en EEUU (ver foto adjunta)”.

Una historia rocambolesca

Esta peculiar historia del VAR viene de lejos. Como hemos venido contando en AS durante todo este tiempo, FIFA y UEFA se apoderaron de lo que hoy conocemos como videoarbitraje, pero el germen del invento fue de Antonio Ibáñez de Alba. El que fuera científico gaditano de la NASA fue contratado en 1995 por Mario Conde para desarrollar una serie de patentes con total libertad, así este ‘cerebrito’, indignado por el codazo de Tassotti a Luis Enrique en el Mundial 94, elaboró el informe preliminar de un sistema inteligente para asistencia en decisiones arbitrales. Y no sólo en el fútbol, sino también en otros deportes. Conde le animó a patentarlo el siglo pasado, por lo que Valores Antillanos (empresa del adinerado empresario para la que él trabajaba) lo registró el 1 de septiembre de 1995, con una protección por patente de 20 años. Así, Conde pasó a ser el dueño de la patente del invento del mecanismo que hoy se conoce como VAR, pero López siempre creyó que ese derecho era suyo, por lo que años después escribió sin éxito a FIFA, la Federación y Adidas para reivindicarse cuando estos usaron el VAR sin contar con él. Acreditó (con papeles) que el ‘juguete’ nació en su cabeza y que había inscrito el proyecto en el Registro General de la Propiedad Intelectual en 1999 bajo el nombre de El Fútbol del Siglo XXI. Su posterior ampliación fue inscrita en 2006.

Varias querellas criminales después contra Ángel María Villar (expresidente de la RFEF) y García Aranda (jefe del departamento de arbitraje de la FIFA), además de Infantino (presidente de la FIFA) y Luis Rubiales (actual presidente de la RFEF) como responsables subsidiarios, López pidió 15 millones de euros de indemnización como compensación que donaría a organizaciones no gubernamentales de la lucha contra el Alzheimer y el cáncer e incluso llegó a asociarse a Miguel Galán, hace justo un año, cuando éste apareció en mitad de la historia reclamando la propiedad industrial el 7 de febrero de 2019 para poder comercializar sus derechos una vez que había presentado toda la documentación pertinente en la Oficina Española de Patentes. El objetivo de López y Galán era y es negociar con la Federación el uso de la tecnología en España o prohibirlo si no acepta acercar posturas solicitando si es necesario medidas cautelares mientras llega la sentencia. En la RFEF no quieren pronunciarse sobre estas intenciones, al entender que Galán “sólo quiere publicidad para sus intereses particulares". Sin embargo, hace meses hubo acercamientos entre las partes para buscar un entendimiento que no llegó puesto que, por detrás, según alguno de los presentes, aparecieron otros asuntos que no tenían que ver con el principal y que se centran en la continua lucha Galán-RFEF por los cursos de entrenadores.

La estrategia de Galán

¿Cómo llegó Galán a estar metido en este asunto del VAR? El empresario vio que ya había seis registros del acrónimo VAR, así que pagó vía online 850 euros en la oficina de marcas y patentes de la Unión Europea (EUIPO) para registrar de forma más descriptiva la marca VAR-Video Assistant Referee con el número de referencia 018019997. Curiosamente, el 12 de abril, según pudo saber AS, Mediapro presentó oposición contra la marca de Galán, basándose en otra que ya tenía registrada en España (VAR, a secas) desde el 22 de junio de 2018. Ésta con la referencia número M3697106. La EUIPO les dio entonces dos meses para conciliar, en lo que se llama un periodo de reflexión y, pese a que hubo acercamientos, no llegaron a un acuerdo. De ahí que haya sido la EUIPO la que haya decidido ahora. Con esta situación actual podría decirse, sin temor al error, que esta peculiar historia continuará…

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