Isco, el desaparecido
Tras ser titular ante el Cádiz y ser sustituido en el descanso, ha desaparecido en los partidos ante el Shakhtar y el Clásico: el año pasado jugó de titular los dos encuentros ante el Barcelona
Ante el conjunto ucraniano, Isco vio el encuentro desde la grada: era el segundo encuentro que se perdía (el primero fue el debut de esta temporada ante la Real Sociedad al sufrir un esguince el de Arroyo de la Miel). Parecía que podía tener minutos en el Clásico, pero Zidane no volvió a contar con él. Apenas suma 148 minutos jugados de blanco en esta campaña recién iniciada. Fue titular en el primer partido de los madridistas en el Alfredo Di Stéfano ante el Valladolid y ante el Cádiz, mientras que en las salidas ante el Betis y ante el Levante en Villarreal salió desde el banquillo (ante los granotas apenas pudo disponer de un minuto de juego…).
Isco afronta su octava temporada de blanco, pero apenas ha contado con continuidad. El malagueño no enlaza dos partidos completos de Liga desde octubre y noviembre de 2017, hace casi tres años, entonces jugó en la derrota ante el Girona (2-1), el triunfo ante Las Palmas (3-0) y el empate sin goles en el derbi ante el Atlético de Madrid. Desde entonces ha participado en 72 encuentros ligueros, y sólo ha finalizado seis… Lo más llamativo es que con Zidane ha participado en cuatro de los 11 Clásicos en los que ha estado: lo más significativo es que fue titular en los dos enfrentamientos Madrid-Barcelona de la pasada campaña...
El propio Ramos lo señaló en su a la conclusión del Clásico: “¿La victoria? Ha sido el trabajo defensivo del colectivo. Hemos corrido, hemos sufrido, y bueno ahí está el resultado. Es la línea que debemos alcanzar y mantener a lo largo de toda la temporada. Al final, en el fútbol hay cosas que no se pueden negociar como la actitud y la intensidad. Y el equipo ha tenido la máxima desde el principio hasta el final”. Es un aviso del capitán, y del entrenador, a toda la plantilla: si se quiere volver a ganar títulos, la intensidad no se negocia. Mientras, Zidane protege a Isco de las críticas, pero el mensaje del capitán debe grabárselo a fuego: intensidad, actitud y trabajo. Así se sale del ostracismo.