Griezmann tiene dos caras

El francés sonríe con Francia, con dos goles en tres partidos. En el Barça, sigue sin encontrar su sitio. "Deschamps sabe dónde ponerme", dice.

Jonás Pérez
As
Mientras 'Antoine Griezmann B' busca su sitio en el Barcelona, 'Antoine Griezmann A' disfruta del fútbol y se divierte con Francia. El parón de selecciones ha sido una buena muestra de ello. En el amistoso ante Ucrania, salió desde el banquillo y festejó el séptimo gol de los suyos. Frente a Croacia, en Liga de Naciones, conectó un zapatazo a la escuadra a los ocho minutos, clave para lograr el triunfo. No corrió la misma suerte ante Portugal, en un duelo que se cerró con empate a cero. Pero, desde luego, hay diferencias evidentes entre una cara y la otra del atacante francés. Algo sucede y tanto él como su seleccionador Deschamps no tienen reparo en hablar abiertamente del tema.


Koeman no es un técnico que frecuente en exceso las rotaciones. Es más, es de tener una idea e ir con ella hasta el final. En su dibujo, Ansu es indiscutible en la izquierda, Messi actúa de falso '9' y Coutinho potencia sus virtudes desde la mediapunta. Griezmann, por tanto, queda relegado a la banda derecha, una posición que no es natural para él y que le fuerza a tener poca trascendencia en los partidos. El '7' baila por dentro y sufre desde el costado. Es un futbolista de libre movimiento, que incluso puede funcionar como referencia en ataque. En la Selección, es la punta del rombo de Deschamps, el acompañante de Mbappé y Giroud/Martial. Ahí explota al máximo su potencial.

Al menos, eso revelan los números. Aunque, posiciones aparte, Griezmann muestra su otro yo cada vez que hay parón internacional. Según datos de Opta, 'Grizi' promedia una participación en 0,65 goles por partido con Francia. O, lo que es lo mismo, 33 tantos y 21 asistencias en 83 encuentros, una cifra brillante. Por el contrario, en la Ciudad Condal, Antoine ha anotado 15 dianas y ha repartido cuatro a sus compañeros en algo más de una temporada. Con un total de 51 partidos a sus espaldas, el dato marca que solo participa en 0,37 goles por partido. Un gran contraste para un jugador que sigue buscando su sitio.

A vueltas con la posición

Sin mencionar a Koeman en momento alguno, Griezmann marcó claramente cuál es su problema en el Barcelona en una entrevista tras el triunfo ante Croacia: "Creo que fue un gol muy bonito. La pelota me vino e intenté pegarle bien y marqué. Me siento bien con el gol. El entrenador sabe dónde ponerme así que aproveché esta situación de ventaja y la confianza del entrenador y de mis compañeros". Traducido al césped, viene a decir que se encuentra más cómodo acompañando a dos hombres de referencia o, al menos, pudiendo moverse libremente por el centro, cayendo a los costados cuando sea necesario.

Hasta ahora, Coutinho está desempeñando un papel protagonista en el nuevo Barcelona y, además, lo hace en su posición más natural, la mediapunta. El tiempo dirá si Koeman está dispuesto a desplazar al brasileño para encajar la pieza de Griezmann en su gran puzzle. Por el momento, la llegada de Sergiño Dest puede ser una bocanada de oxígeno para el francés. A diferencia de Sergi Roberto, un futbolista más posicional y reconvertido tras desempeñar labores en la medular a lo largo de su carrera, el recién incorporado es un lateral de gran vocación ofensiva. Su tendencia a llegar hasta línea de fondo, su habilidad en el regate y su potencia son afines a la idea de Griezmann.

Más que nada porque si el carril se convierte en propiedad del ex del Ajax, Griezmann podrá meterse entre líneas o tirar más al centro esperando segundas jugadas o filtraciones del nuevo lateral. Eso sí, Dest sufre más atrás que lo que quizás podía hacer Sergi Roberto y eso obligará al francés a sacrificarse más en tareas defensivas. Algo que, por el contrario, no es problema para él. Pueden achacar diferentes aspectos del juego al '7' por su papel en el Barça, pero algo indudable es su gran capacidad de sacrificio y su esfuerzo en la presión arriba.

Sabe dónde ponerme...

Griezmann, sobre Deschamps

En definitiva, el ex del Atlético de Madrid necesita desde la pizarra un sistema que se adecúe a sus recursos. La estadística avanzada marca más todavía la urgencia. En los tres partidos disputados, Griezmann ha generado 0,26 goles. Expected Goals es un registro que muestra la calidad de las acciones del futbolista, hasta el punto de tener en cuenta incluso los rivales que tiene alrededor o la colocación de la pelota para el mejor o peor golpeo. Así pues, el '7' apenas ha hecho temblar al rival, muy lejos de Leo Messi que ya ha provocado 2,72 tantos.

Ansu Fati, paradójicamente, solo suma 0,62, pero ha sido capaz de convertir tres. Esto viene a decir que ha sido capaz de marcar goles que la estadística no contempla como claras ocasiones. Griezmann no solo es superado por las dos grandes estrellas (al menos, de momento) del cuadro de Koeman. Coutinho, desde la mediapunta, ha generado 1,1. Trincao, desde el banquillo, 0,3. Sin tener datos de lo sucedido con Francia, es evidente que la cifra cambia. Sin ir más lejos, con dos tantos en tres partidos, cuando en Can Barça ni siquiera ha conseguido aún generar un tercio de gol.

Griezmann, en el partido ante el Sevilla.

Deschamps sale en su defensa

Más allá de la comodidad del propio futbolista, Didier Deschamps también ha dado su visión sobre la naturaleza de Griezmann: "Si hiciese comentarios al respecto no creo que Koeman estuviese muy contento. No hablo de lo que pasa en los clubes, ni en el Barcelona ni en ningún otro. A Antoine lo han puesto en la derecha, algo que ya ha pasado en más ocasiones. Y no es por la manera de pensar de Koeman, pues en su día le dijo que no entendía por qué en el Barça no lo ponían por el centro. No es lo mismo lo que le dijo que lo que está haciendo, pero entiendo que hay movimientos de jugadores y todos deben adaptarse. Conozco muy bien a Antoine. Yo también lo tuve que escorar y se adaptó porque es generoso y corre mucho. Pero es el centro donde es más eficaz y más determinante para el equipo".

En Francia, Griezmann se siente respaldado y feliz y así lo muestra también en el terreno de juego. Es su 'lado A', el que también quiere mostrar en el Barcelona pese a todos los contratiempos. El futbolista siempre tuvo claro que se quería quedar y hacer valer su decisión de marcharse del Atlético de Madrid, con todo el revuelo que aquello provocó. El primer año fue una transición para él y ya sin Luis Suárez, se esperaba la explosión definitiva para esta campaña 2020-21. Por el momento, dicha explosión solo la muestra en su equipo nacional. El parón de selecciones sirve para tomar apuntes y Koeman debe hacerlo si quiere ver al mejor Antoine, el de la 'cara A', celebrando goles en el Camp Nou.


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