GP DE PORTUGAL / El campeón volvió a arrasar
Hamilton desempata con Schumacher con un triunfo brutal en Portimao. El madrileño, sexto en meta, lideró la carrera varias vueltas tras una salida épica.
Luego todo volvería a la normalidad, su sexto final no describe lo que fue la carrera. Pero qué espectáculo: bajo el semáforo pasó muy fácil al Red Bull de Albon, que iba por la zona sucia. En la primera curva, por el exterior, ni le vio Leclerc con el Ferrari. En la quinta, Pérez se salió tras una escaramuza con Verstappen y dio cuenta de los dos. Apuntó a los Mercedes. Una vuelta después estaba pisando los talones a Lewis Hamilton y superándole en la zona revirada del Algarve, instantes más tarde hacía lo propio con Valtteri Bottas y se ponía líder de la carrera. Épico inicio, cinco vueltas al frente del pelotón… pero quedaban 60 por delante.
El problema llegó cuando las flechas negras calentaron sus neumáticos medios (al principio pagaron caro su elección) y recuperaron lo que era suyo. Y luego Mad Max, Charles o incluso Pierre Gasly, brillantísimo el francés con Alpha Tauri. No había ritmo en ese McLaren con las ruedas blandas, las ampollas en los Pirelli arruinaron la gesta inicial y su carrera volvió a empezar en otra situación, mucho menos provechosa, contra rivales igual de rápidos que calzaban mejores gomas en todo momento. Sainz remontó tras su parada en el ecuador, adelantó con clase al campeonísimo Raikkonen (en un día genial del finlandés a bordo de un coche tercermundista), Magnussen o Ricciardo. Pero se estancó detrás de Gasly y al final, aunque pudo con Pérez, le achucharon los Renault. El sexto en la clasificación no lo recordará mucha gente. Su salida no se olvidará.
Paliza de Hamilton a Bottas
Delante, lo de siempre. Cambió el orden por momentos, pero acabó como se esperaba. Bottas se repuso antes que Hamilton del aturdimiento inicial y cogió aire. Luego Lewis optó su versión total y, vuelta rápida tras vuelta rápida, le adelantó en la recta de forma fulminante antes de alargar su primer stint de forma magistral. En meta, asestó más de 25 segundos a su vecino de garaje finlandés, que más que segundo fue el primero de los perdedores. La diferencia con el resto es que él sí pilota un Mercedes, y no se nota. El seis veces campeón desempata con Schumacher y ya está sólo al frente de los ganadores de la F1. Van 92 triunfos, quién sabe cuándo dejará de contar.
El podio lo completó Verstappen, en tierra de nadie, y el cuarto puesto se lo ganó el Ferrari mejorado de Leclerc. Premio especial merecería Gasly, muy agresivo y firmando pasadas espectaculares sobre Ricciardo o Checo con el coche heredero de los Minardi. Tras él Sainz, que estuvo cerca de pasarle varias veces pero pagó caro un doblaje a Bottas que le distanció para siempre del francés. El mexicano y los Renault por detrás, curiosa estrategia la de Ocon y Ricciardo, al contrario que la competencia. Vettel cerró los puntos por delante de Raikkonen y lejos quedaron un humillado Albon, más fuera que dentro de Red Bull, o Norris, quien se fue a casa con los moratones de un choque de Stroll. Al hacer balance, hubo tensión y maniobras espectaculares durante las 66 vueltas del GP de Portugal que aplaudieron unos 30.000 aficionados en las gradas. Puerta grande para Hamilton, claro. Gran ovación para Carlos Sainz.
