Fabinho se lesiona y deja un boquete
El Liverpool pagó las rotaciones y sufrió más de la cuenta ante la cenicienta del grupo. El nuevo atacante solucionó tras jugadón de Alexander-Arnold.
Con el dorsal 46 a la espalda y tras jugar en sexta división a principios de año, Williams saltaba al terreno de juego para suplir a dos de los mejores jugadores del mundo en su posición. Casi nada. A su favor, y pese al vértigo de la oportunidad, buenas sensaciones las que deja el adolescente cada vez que se calza las botas.
Arriba, sin embargo, las rotaciones se hicieron bola. Cambiar una o dos piezas para refrescar siempre es bueno, saludable dentro de un calendario cargado de partidos, pero Klopp decidió plantar de una sola tacada a Shaqiri, Milner, Origi, Minamino y Diogo Jota. Demasiado banquillo junto como para carburar con eficacia arriba a pesar del dominio de los reds.
Por suerte para ellos, una buena combinación entre Alexander-Arnold y Shaqiri terminó con Diogo Jota marcando su tercer gol desde que aterrizó en Anfield, una nueva oportunidad aprovechada para el portugués y que en este caso sirvió además para sumar tres puntos en Europa. Salah, que salió en la segunda mitad para reforzar un equipo que se estaba viendo atacado, abultó el marcador en los últimos instantes desde el punto de penalti después de unas buenas oportunidades del Midtjylland.