El VAR condena al Arsenal
Se anuló un tanto de Lacazette, en posición legal, sin explicación aparente. Vardy, en el segundo tiempo, asaltó el Emirates. Thomas, Ceballos y Bellerín fueron titulares en el equipo de Arteta.
Porque el Arsenal salió, ante un rival en teoría superior, sin tapujos, miedos ni respetos más allá de los debidos, tirando de escudo desde el primer hasta el último momento para enfrentarse a un Leicester que venía de encadenar una buena racha y que es un rival temible cuando le perdonas. Y los gunners, además de perdonar, tuvieron la mala suerte de que cuando consiguieron conectar un balón con el fondo de la portería de Schmeichel el VAR se lo arrebató sin un motivo demasiado claro.
Fundamentalmente porque, antes de que estuviese clara la resolución, la bandera del linier ya había saltado como un resorte. Fuera de juego por un cabezazo de Lacazette en posición legal en un córner. La única explicación posible es la posición de Xhaka, que 10 segundos antes estorba al portero antes del remate del francés, pero que en ningún momento entorpece la visión del guardameta cuando el balón abandona la cabeza del jugador gunner. Inexplicable y, además, doloroso, porque el VAR no fue capaz de corregir ni tampoco de dar la posibilidad de rectificación a un equipo arbitral que quizás se arrepienta cuando lo vea en un monitor.
La jugada, además, tuvo una influencia directa en el resultado, pues el Leicester no consiguió dar señales de vida en ataque prácticamente en todo el encuentro. Ni siquiera Vardy, pero el problema que tiene perdonarle la vida a los foxes es que, con el talento y la velocidad que tienen, a la mínima que Tielemans vio un espacio puso un pase maravilloso a la espalda de la defensa para que Ünder pusiese el balón en bandeja a Vardy para marcar. El inglés, que es el segundo jugador que más goles le ha marcado al Arsenal en la historia de la Premier League, ya solo tiene por delante a Wayne Rooney, que le hizo 12 por los 11 que lleva él.