El secreto de Modric
Ha cambiado sus entrenamientos para cuidarse aún más y controlar sus límites con 35 años. El nuevo estilo de vida, clave para recuperar su mejor nivel.
Su
 partido en Villarreal (ante el Levante) rozó lo sobresaliente, con un 
acierto de pases próximo al 89% (48 en total) y 16 regates completados. Ese gran nivel se debe a dos factores fundamentales. El primero, su cabeza. Se siente joven y así lo reconoce: "Sé que tengo una edad, pero me siento bien y mientras sea así quiero seguir en el Madrid". No se le pasa por la cabeza ni decir adiós al club blanco, ni a la selección nacional.
El segundo factor es el físico. Ha cambiado su modo de vida y sus entrenamientos para andar con pies de plomo ante lesiones y exprimir sus capacidades. Tal es así, que en septiembre, como reconoció, pidió no ir con Croacia para poder quedarse en Madrid y hacer la pretemporada con el equipo. Hasta ese punto quiere exigirse, todo, para aguantar bien la temporada. Dicho y hecho.
Una cuidada alimentación, un buen descanso y la mentalidad de
 un chaval en cada entrenamiento son el camino que ha tomado Modric para
 recuperar su mejor fútbol. Y le está dando resultado. De los 
últimos 13 partidos sólo se quedó sin jugar en uno (la última jornada de
 la temporada pasada, ante el Leganés). Ha sido titular en tres 
de las cuatro jornadas de Liga y en la otra, salió en el descanso para 
revolucionar la remontada ante el Betis. De cara a puerta, eso 
sí, no marca desde el 8 de enero de 2020, en las semifinales de la 
Supercopa de España ante el Valencia. No es su función, pero sí podría 
ser la guinda a su estado de forma actual.


