El palo jugó para Vélez
El Fortín empató 0-0 frente a Peñarol por la ida de los 16avos. de la Sudamericana. Los uruguayos, con dos tiros en los postes, estuvieron cerca de llevarse el triunfo. Y Centurión casi lo gana sobre el final. Volvió Gago y debutó Mancuello en el equipo de Pellegrino.
Habrá que ir a fajarse a Montevideo. No queda otra. Pero el debut oficial de Vélez, ante un Peñarol que venía con muchísimo más rodaje, es auspicioso. Le falta ritmo, sí; debe ajustar el pase fino, seguro; pero hizo un partido parejo, tuvo ayuda de los palos pero también generó.
Luego de la milagrosa clasificación ante Aucas de Ecuador que logró Vélez cuando el equipo era dirigido por Gabriel Heinze, la llave lo cruzó con un rival con chapa histórica en copas. Por eso, este primer partido oficial del Fortín debería tener ciertas contemplaciones. Peñarol llegó a Liniers con 17 partidos disputados -hablamos, claro, de los que suman puntos, los que cuentan-, cuatro de ellos por Copa Libertadores. Ese rodaje, precisamente, fue lo que le permitió al Manya haber tenido un primer tiempo muy equilibrado, con transiciones rápidas, que le permitieron llegar con más claridad que el dueño de casa.
De todos modos, los uruguayos salieron con pies de plomo. El 4-4-1-1 fue un dibujo que evidenció el respeto que había por Vélez. Y se dio un partido en el que Peñarol pareció haber estado más cómodo que el equipo de Pellegrino. No sufrió sobresaltos, rompió con presión y despliegue el circuito creativo del Fortín y, cuando recuperó el balón, salió como una flecha. Apenas iban tres minutos cuando Terans se comió un gol insólito. Y ahí nomás llegó la devolución, porque Galdames sacudió el arco para que Dawson se luciera.
Desde ahí, se prestaron la pelota más de la cuenta. Vélez tuvo buenas intenciones, le faltó más presencia de los volantes, aunque trató de jugar por abajo, siempre desde el inicio limpio de Gago, el Highlander del fútbol moderno. Pero Peñarol llegó más armado, decidió subir unos metros en el ST, apostó a ser más vertical y a explotar ese despliegue físico que logró por el rodaje que acumula desde inicios de agosto, cuando comenzó a competir.
Se fue el primer mano a mano de la Sudamericana. No hubo ni vencedores ni vencidos. Pero ojo que Vélez recién está calentando.
