El misterio de por qué hay tanto oro en el Universo

Un reciente estudio afirma que la teoría de las colisiones entre estrellas de neutrones no es suficiente para explicar la existencia de oro.

Ana Beatriz Micó
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En la Tierra se están agotando las reservas de oro. Actualmente, quedan unas 50.000 toneladas de este metal, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, y en la Edad Media quedó demostrado que no existe una forma sintética de recrearlo. Sin embargo, en los últimos años, algunas observaciones astronómicas han descubierto una enorme cantidad de oro en el Universo, fuera de nuestro planeta.

Hace poco, la NASA anunció la impactante noticia de haber encontrado el yacimiento de oro más grande jamás conocido y, efectivamente, se encontraba en el espacio. Concretamente, en ‘16 Pysche’, un asteroide situado entre Marte y Júpiter y compuesto por materiales como oro, hierro o níquel. Haciendo un cálculo estimativo, la NASA considera que el valor de esta roca es de unos 10.000 cuatrillones de dólares. Pero su origen sigue siendo todo un misterio. Los científicos llevan años intentado descubrirlo, sin éxito.

La colisión entre estrellas de neutrones no es suficiente

Con el fin de encontrar una explicación, Chiaki Kobayashi, astrofísica de la Universidad de Hertfordshire, en Reino Unido, ha realizado una investigación, que ha publicado en The Astrophysical Journal, recopilando datos de otras 341 publicaciones sobre el tema. Aprovechando esa base científica y tratando de hallar una solución, la experta ha llegado a la conclusión de que la cantidad de oro que hay en el Universo es muy superior al que debería existir según los modelos de medición que han establecido los científicos, las colisiones de estrellas de neutrones. Estas reacciones son tan escasas que es improbable que sea la principal explicación sobre la existencia de oro.

El oro y otros metales pesados se producen después de procesos donde hay presencia de mucha energía en el Universo. Sin embargo, de acuerdo con los modelos actuales, esos procesos no alcanzan a producir todo el oro que hoy vemos en el Universo”, explica Kobayashi en BBC Mundo. Por eso, la intención de su estudio es obtener información más precisa sobre el verdadero origen de los metales pesados. “No solo se trata del oro, que hace parte de muchas cosas en nuestras vidas. Sino también del calcio, por ejemplo, que también fue creado a partir de explosión de estrellas”, explica.

Diferentes teorías sobre la formación del oro

Lo que se sabe del oro es que está compuesto por 79 protones y 118 neutrones que terminan por formar un solo núcleo atómico gracias a una intensa reacción de fusión nuclear. “Eso significa que se debe hacer una fusión nuclear que va más allá de la capacidad del ser humano. Y aunque sí ocurre en el Universo, no ocurre con mucha frecuencia, y, sobre todo, no ocurre cerca”, señala la científica.

Las colisiones que tienen lugar entre las estrellas de neutrones crean oro tras romper los protones y neutrones que están juntos en núcleos atómicos, para volver a enviarlos al espacio en una nueva unión. Muchos meteoritos que contenían oro como producto de las colisiones en el Universo terminaron estrellándose contra la Tierra cuando el planeta estaba en formación. Esta es la principal teoría que ha explicado siempre la presencia de oro en el Universo y en nuestro planeta. Sin embargo, Kobayashi sugiere en su investigación que hay otras fuentes causantes de esta “abundancia de oro”.

“Otra posibilidad puede ser cuando se extingue una supernova. Se sabe que esa extinción puede crear una gran cantidad de oro por un breve tiempo, pero, aun así, sigue siendo insuficiente”, explica Kobayashi. La científica matiza que el modelo creado por su equipo indica que cuando una supernova está a punto de extinguirse, aunque es lo suficientemente masiva como para crear metales pesados, su propio proceso juega en contra de la expulsión de esa producción en el espacio. “Cuando las supernovas estallan se convierten en agujeros negros, que terminan absorbiendo gran parte de eso que ha producido”, detalla.

Por último, otra de las acciones que se barajan, según recoge LiveScience está relacionada con las supernovas magneto-rotacionales, que son similares a las primeras pero con un giro muy rápido. En este caso, la estrella moribunda empieza a girar muy rápido, sacudida por campos magnéticos muy fuertes que hacen que gire sobre sí misma hasta explotar y lanzar chorros de materia al espacio. Al ocurrir esta situación, sí que fusionan oro procedente de su núcleo y lo envían al espacio. Pero esta acción es incluso más rara que la anterior, por lo que tampoco explicaría la cantidad ingente de oro que hay en el espacio.

Kobayashi considera que “este estudio contiene mediciones y datos de más de 340 artículos científicos que describen cómo surgen los elementos químicos, por lo que logramos llegar a otras conclusiones importantes”, señala, como, por ejemplo, explicar la conformación de elementos como el carbono 12 y el uranio, entre otras. No obstante, el origen de estas cantidades de oro sigue siendo un misterio y los científicos tienen un duro trabajo por delante para descubrirlo.

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