El clan francés del Barça es una ruina

Suman casi 75 millones de euros en fichas, con el agravante que el jugador que más rendimiento está dando, Clement Lenglet, cuenta con el contrato más bajo.

Javier Miguel

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Esta semana ha trascendido que si Ronald Koeman no tiene a Memphis Depay en el Barcelona es por culpa del ‘fair play’ financiero: las fichas de los jugadores son tan elevadas, que están por encima del límite fijado por la UEFA en cuanto masa salarial en proporción a presupuesto. Evidentemente, el Barcelona intentó aligerar esa masa a través de ventas y hasta regalando jugadores, como Luis Suárez o Rafinha, pero ni aun así pudo quitarse el lastre suficiente. Sus dos objetivos principales a última hora para reducir definitivamente la masa salarial, y poder así fichar a Depay, se cerraron en banda a una salida. Estamos hablando de los franceses Ousmane Dembélé y Samuel Umtiti.

Los dos jugadores se sitúan en la zona alta de sueldos del FC Barcelona, con un contrato de 12 millones de euros brutos cada uno, que les convierte en el séptimo y octavo jugador más caro de la plantilla. El club se había fijado como prioridad aligerar la masa salarial con la salida de los dos, o como mínimo, de uno de ellos. Sin embargo, Dembélé se negó en redondo a aceptar ninguna fórmula de salida, y eso que el club interesado era el Manchester United, mientras que con Umtiti, el club ya se hizo muy pronto a la idea de que sería imposible darle una salida, al no tener ninguna oferta formal sobre la mesa por culpa de su precario estado físico.

Pero si hay un jugador que acapara masa salarial en el Barcelona es Antoine Griezmann. El ex jugador del Atlético de Madrid aterrizó en el club con la etiqueta de estrella mundial y con un contrato multimillonario que le colocaba sólo por debajo de Leo Messi en cuanto sueldo. El delantero cobra anualmente 45.834.000 euros brutos.

Respecto a Griezmann nadie en el club pone en duda su profesionalidad y su sacrificio en aras al equipo, pero sí que destacan que con una ficha tan elevada, tendría que marcar las diferencias, algo que a día de hoy no hace, ya sea porque no juega en su sitio o porque en el Barcelona no se siente tan respaldado como con Francia o con el Atlético. La realidad es que Griezmann no ha dado aún el rendimiento esperado y hasta recibió un toque de atención, en el último partido, del propio Koeman por sus repetidos fallos ante la portería del Sevilla.

Pero no todo son decepciones en el clan francés del Barcelona. Clement Lenglet está siendo una gran sorpresa para todos en el club. Se esperaba mucho de él cuando llegó del Sevilla, pero lo cierto es que ha superado todas las expectativas. Además, su sueldo, 7.345.000 euros brutos, está en la zona media-baja de la plantilla.

En total estamos hablando de unos 75 millones de euros en fichas al año, una cantidad que el club intentó aligerar, pero que le fue imposible por la intransigencia de más de uno a abandonar del club, una decisión que finalmente acabó frustrando la llegada del delantero reclamado por Koeman, Memphis Depay, al Barcelona.